capítulo 42: ¿estás usando...

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La mañana llegó antes de lo esperado para la castaña pues le parecía que apenas se había acostado hace unos minutos, hoy era el "gran" día y no estaba segura de cómo actuar mientras esperaba a la rubia

se sentía nerviosa, ansiosa y con una pesadez en su vientre, si, definitivamente tenía que calmarse o levantaría sospechas y le impedirían irse

Intento soltarse del agarre del cenizo en su cintura, pues ella estaba de espaldas al chico, pero en lugar de conseguir que la aflojara consiguió que la estrujara con más fuerza hacia él

- ¿A dónde crees que vas? - musitó su voz ronca y adormilada cerca de la oreja de la chica

Ella se mantenía en silencio ¿Cómo actuaría? <Faltan unas horas...debes aprovecharlas> se dijo mentalmente pero no estaba segura ¿Y si lo lastimaba por su partida? Ella no quería eso <tampoco merece tu frialdad e indiferencia después de este fin de semana>, ok, tenía un punto

- ¿Cara de ángel? - volvió a preguntar al no recibir respuesta

Bueno...si tanto su cerebro como su corazón estaban de acuerdo, entonces debía ser la opción correcta

Volteó con cuidado para devolver el abrazo al chico, tomándolo por sorpresa - Buenos días, Bakugo-kun - saludo sonriendo

- buenos días... - respondió simple para pronto abordar el tema que tantos problemas le trajo para dormir - oye...

Ella lo miro curiosa - dime -

Se rascó la nuca nervioso, incluso se sentó en la cama, deshaciendo el cálido abrazo que tenía con la chica para pronto ponerse de pie y mirarla - anoche te pregunte algo pero te quedaste dormida antes de poder contestar...- recordó a la confundida chica - que era lo que ibas a decir?

La castaña lo miro mientras parpadeaba rápidamente, tratando de recordar, pronto el recuerdo de lo que estuvo a punto de decir llegó a su cerebro, causando un intenso color carmín desde su cuello hasta el inicio de su cuero cabelludo en la cabeza

<No te puedes confesar! Eso sí lo lastimaria> demonios, entonces ¿Que dice? <Dile una indirecta, los hombres nunca las entienden> es cierto pero...¿Podrían confiar en que Bakugo Katsuki es igual al resto de hombres?

No lo sabía pero debía arriesgarse - e-eso... - dejo una breve pausa dramática - es que tú eres el que mejor me hace sentir, me siento muy segura contigo, eres... - lo pensó un poco - si - asintió como si estuviera de acuerdo con sus pensamientos - eres el chico que aún con sus extrañas actitudes me saca sonrisas - lentamente se puso de pie - me siento 'muy' cómoda contigo - aseguro

El cenizo estaba sorprendido por todo lo que dijo la chica, no era lo que esperaba pero al menos le aseguraba que él era importante para ella y al menos le daba más seguridad para lo que tenía listo para esa tarde después de la escuela

Fue sacado de sus pensamientos cuando sintió una ligera presión sobre su frente, levantó la mirada y vio a la castaña dándole un lindo y suave beso en la frente, okey...eso sí que se sintió bien, aunque también le hubiese gustado que fuera en la labios, no, debia esperar un poco para poder hacerlo -claro si es que ella lo aceptaba-

- lo siento - susurró en voz baja la castaña aún sobre su frente antes de salir de la habitación del cenizo

Aquello lo extraño, ¿Por qué se disculpo? ¿Por el beso o por irse? Además...¿por qué su voz salió quebrada? ¿Por qué sus bellos orbes avellana mostraban tristeza? Tantas preguntas en tan poco tiempo y ni una sola respuesta, sin embargo juraba que conseguiría todas las respuestas por la misma boca de la chica

Total y completamente jodidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora