Paradox ★ Yoonmin [Chispasrojas]

Capítulo 06

Capítulo 06. Entropía

*Escrito por @chispasrojas, prohibida la adaptación y/o resubida de esta historia.

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Había tres cosas de las que Min Yoongi estaba completamente seguro: no podían confiarle a nadie el secreto de su intercambio. Corrían el grave peligro de ser descubiertos, y, entenderse con Jimin no iba a ser sencillo. Eran muy distintos.

Afortunadamente, la tarde en la que se separaron, ninguno parecía querer sostener el hacha de guerra contra el otro. En una brevísima conversación, acordaron mantener las apariencias de momento. Pero no por eso iban a estar viviendo juntos, o pasando tiempo en el apartamento del otro. Necesitaban espacio.

Yoongi tomó un taxi para regresar a su casa, deseando pasar un rato a solas, consigo mismo. Jimin, por su lado, condujo hasta el apartamento y subió por el ascensor, evitando mirarse en el espejo. Cualquiera que le viera allí le reconocería como Min Yoongi, y no como un auténtico desconocido, por lo que pensó que quizá no era tan malo.

Excepto porque no había vuelto su pelo rubio, labios carnosos, y esos abdominales trabajados se habían marchado a otro planeta.

Al entrar en el apartamento, dejó caer las llaves en cualquier lado. También la cazadora, y se quitó los zapatos, mientras subía perezosamente por la escalera abierta que daba al amplio dormitorio. Se lanzó en la enorme y mullida cama, bocarriba, liberando un suspiro sonoro.

—Park Jimin, en menuda te has metido —se dijo a sí mismo, con la vista perdida en el techo.

Necesitaba una buena ducha después de las últimas horas. Se sentía lloroso, sudado, y para colmo, no podía olvidar que la salud de Yoongi y su problema con la diabetes, dependía ahora exclusivamente de él.

Jimin no tardó en levantarse, se dirigió a la puerta del cuarto de baño de la habitación, desvistiéndose despreocupadamente. El baño era amplio, y tenía una enorme placa de ducha blanca, con una mampara semitransparente con grabados en volumen de flores y cisnes. La mampostería era dorada, y un enorme espejo horizontal se encontraba sobre el espacioso lavabo.

Estaba quitándose la ropa, cuando advirtió su propio aspecto físico en el reflejo. Se detuvo, ciertamente avergonzado. Ya se había duchado una vez, pero entonces había rehuido de la visión y del tacto, pensando en que aquello sería pasajero. Ahora sabía que no lo era. Ese era el cuerpo en el que residiría, hasta Dios sabría cuándo.

—Una mierda. No me vas hacer avergonzarme —le dijo a su reflejo.

Procedió a desnudarse sin apartar la mirada, esperaba que Yoongi fuera más delgado sin la camisa, pero lo cierto es que sus hombros eran anchos y tenía unos pectorales marcados y estilizados. El vientre plano y bonito, con la forma de la uve suavemente marcada en las caderas. Lo siguiente era más íntimo, aunque Jimin se aseguró a sí mismo que, de personal, no tenía nada.

Se desabrochó el pantalón y tiró de la bragueta, dejando a la vista los boxers negros. Luego se liberó de las dos prendas de un solo movimiento.

«Okay. Ya le vi desnudo la otra vez», pensó. «No es para tanto. Yoongi. Desnudo. Okay», se repitió en la cabeza.

Así mismo, no pudo evitar sentirse ligeramente avergonzado por la visión de Yoongi. Se sentía desnudo frente a sus ojos, y resultaba extraño, ya que realmente, él no se encontraba tras esos ojos. Y técnicamente, tampoco era su cuerpo el que estaba desnudo.