Capítulo 09

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Capítulo 9. Lo mejor de mí

*Escrito por @chispasrojas, prohibida la adaptación y/o resubida de esta historia.

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El sueño se diluía como témperas azules y rosas bajo los párpados. Jimin abría los ojos notándolos húmedos. ¿Acababa de tener un sueño sobre el pasado? Aquella sala olvidada, a las tres y media de la mañana. Yoongi ebrio, encima de él. Y Jimin, profetizando la historia más hermosa que jamás pensó lograr alcanzar con las yemas de los dedos.

El joven se incorporó en la cama, barriendo las lágrimas con una manga. Era extraño, pero a veces creía que no podía dejar de llorar. Las vacaciones, los periodos sin actividad y sin poder ver a los fans de cerca le hacían sentirse vulnerable, con la piel más fina.

Se levantó de la cama para ir al baño, y allí se encontró con el propio reflejo de su compañero. Cabello negro y brillante, con mechones largos y la nuca recortada. Ojos pequeños, rasgados, con la dulce forma de un pequeño pero afilado felino. La piel increíblemente blanca, como la porcelana. Los nudillos delgados y los dedos largos, inexplicablemente cálidos.

Y cuantas veces había mirado a esos en el pasado, hasta que dejó de hacerlo. Yoongi no fue un crush. Fue su primera motivación, su primer picor, y también el primer beso al que tanto se idolatraba en la adolescencia. Desafortunadamente, jamás fueron compatibles. Habían nacido para compartir un camino de rosas y espinas, pero no para enlazarse en él. Caminaban en la misma dirección, mirando hacia el mismo horizonte bajo la puesta de sol. Pero mientras Jimin bailaba bajo el astro más brillante, Yoongi prefería recitarle a las estrellas.

Jimin se pasaba una mano por el abdomen, bajo la camisa ligeramente desabotonada del pijama lavanda. La otra ascendía por el cuello lentamente, deteniéndose en la forma del mentón y de la mandíbula, de la suavísima mejilla, y finalmente, sobre los labios tibios donde las yemas dejaban una tímida pincelada. Hubo un tiempo donde se imaginó tomándolos. Aquello se lo había llevado la arena de un desierto demasiado seco para recordar. Pero él lo hacía ahora, y sentía una extraordinaria punzada de egoísmo en sus adentros. No sabía de dónde provenía. No tenía sentimientos por Yoongi, más allá de la difícil fraternidad que les habían forzado a llevar. O eso creía.

Park Jimin se había convertido en una estrella; en una de las más brillantes del país surasiático. Pero no sólo lo había hecho por la ambición de crecer, de cantar, bailar, y mejorar. De internacionalizarse, y ser mucho más que un artista musical, una figura de inspiración y de motivación... Hubo un tiempo donde también quiso cegar a Yoongi.

Quería decirle, «mírame, no verás a nadie mejor. No puedes apartar los ojos de mí». Y aquello le había estado a punto de enfermar. Era un secreto bien enterrado en el fondo de su ser, por supuesto. Tan insondable, tan sellado, y tan vergonzoso, que con el tiempo había terminado olvidándolo. Su propio psicólogo era la arena del reloj, la fama, y las docenas de distracciones que le ayudaron a dejar aquel sentimiento atrás. Pero era lógico sentir que había llegado a odiarle durante temporadas. «Del amor al odio sólo hay un paso», decían.

Ahora tenía a su yo físico frente al espejo, con la abnegación decreciendo por segundos, mientras su lado más oscuro se hacía cargo de los impulsos. Renunció voluntariamente a una persona, a sus pasiones, a sus deseos, a sus intereses en favor de un bien mayor, que había sido concentrarse en la carrera grupal. Qué importaba, si ahora se permitía un leve mordisco de aquella manzana roja que con tantas ansias deseó morder.

Paradox ★ Yoonmin [Chispasrojas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora