El ser humano es curioso por naturaleza, el descubrir e investigar el porque de las cosas va en nuestra sangre pero muchas veces estas ansias de descubrir nos involucra en grandes problemas, y Jimin no es ajeno a esta realidad, siendo hijo de un cie...
— Es muy complejo — Musitó para si mismo, Namjoon Ladeó la cabeza observando minuciosamente el collar encima de la mesa, siendo una persona de la alta sociedad, siempre rodeado de todo tipo de joyas gracias a esas veladas extravagantes a las cuales se veía forzado a ir gracias a su progenitor, este objeto era absolutamente diferente a cualquiera que hubiera podido tener en sus manos.
Y vamos, ese collar había enviado a su primer amor a quien sabe dónde, era obvio que era algo nuevo y jamás antes visto, el diseño del collar era sencillo, como si de alguna manera le hubiesen hecho así a propósito, para evitar sospechas, porque sencillamente ¿Quién se interesaría por un collar que solo tenía una rosa de plata en el centro?
Exacto...
Las personas dentro de la alta sociedad no se sentirían siquiera un poco interesadas en algo tan sencillo.
No estaba loco, absolutamente tenía fé de ello, desde niño siempre vagaba en su mente la posibilidad de que había más de lo que se veía a simple vista, que se evadía o le daba poca importancia a cosas que si requerían atención necesaria para saber su valor.
Y eso era la posibilidad de un mundo nuevo, antes no habría siquiera haber dudado de ello, pero en los últimos meses... Si, le habían pasado demasiadas cosas como para no plantearse que de tal caso, era verdad.
¿Cómo funcionaría?
Tomo el collar entre sus manos, sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos, frustración, no había manera de darle otro nombre lo que estaba sintiendo en tal momento, la idea de que algo malo le estuviera pasando a Jimin hacía que su corazón se apretara.
— ¿A qué lugar se lo llevaron? Llévame dónde está Jimin.
Y Namjoon simplemente no se espero lo que sucedió después.
Una luz resplandeciente le rodeo y la sensación de caer en el vacío hizo que su corazón bombeara sangre de una manera casi que increíble y de repente, un silencio que se cortó en el aire cuando unos jadeos se escucharon de fondo.
— ¡¿Namjoon?!
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— ¡Basta! ¡Quieto Min Taehyung! — Grito Jungkook, cruzándose de brazos y bajando su camisa que el general había subido hasta descubrir su abultada barriguita — estoy hablando muy en serio — Afirmó, frunciendo el ceño — sabes que siempre que intentas hacerme cosquillas, estrellita no me deja dormir porque le despertamos y estamos en medio del pasillo, Jimin y Yoongi-ah podrían vernos.
Taehyung bufo, levantándose del suelo e hizo un pequeño puchero que se convirtió en una pequeña sonrisa, la cuál para desgracia de quienes anhelaban siquiera una, está le pertenecía al chico pelinegro que en su vientre abultado llevaba a un pequeño ser, producto del amor que ambos se profesaban.
— Te amo Jungkookie, los amo — Se corrigió besando el vientre abultado y la mejilla del menor cuando se encontró sobre sus pies — ¿Ya se los había dicho?
