El ser humano es curioso por naturaleza, el descubrir e investigar el porque de las cosas va en nuestra sangre pero muchas veces estas ansias de descubrir nos involucra en grandes problemas, y Jimin no es ajeno a esta realidad, siendo hijo de un cie...
¿Si ven que ya casi llegamos a los veinte capítulos? Estoy emocionada porque con ello entramos en el segundo arco de la historia para llegar al final.
Me disculpo en gran medida igualmente por no actualizar, siendo sincera, han pasado cosas que me dejaron con cero ánimos, así que perdón 😭 trataré de actualizar más seguido.
Lamento las pocas interacciones que ha tenido la pareja principal pero sencillamente, me gusta que ir a ese paso para no adelantar todo, sin embargo, ya estarán viendo más interacciones.
Sin más espero y disfruten la lectura.
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Jimin siente un ligero cosquilleo en su cuello y no lo nota sino hasta que decide girar levemente el rostro, es entonces cuando ve una pequeña flor blanca con su centro amarillo, una margarita que muy pronto acaricia su mejilla con suavidad y dulzura.
Yoongi le sonríe con ojos profundos y a la vez tan lindos, Jimin no puede decir que no es atractivo para él, con su cabello rubio, labios finos y que casi le obligan a probar la suavidad que seguramente podía ofrecerle si posaba sus cerezos en los contrarios.
Casi.
Traga saliva, se obliga a si mismo a concentrarse en sus ojos, pero siente que es un error cuando el mayor abre los ojos asombrados, fascinado tal vez, siente sus mejillas calientes cuando se inclina bastante cerca, sin separar sus miradas, el corazón de Jimin parece retumbar y siente pequeñas retorcidas en su pancita.
— Jimin — Susurra, llevando ambas manos al rostro del rubio, lamiendo sus labios un poco antes de seguir incluso observando con fascinación el cambio de color en los iris del menor, era muy hermoso, con ese tono violeta — tus ojos.
— ¿Qué ojos? — Pregunta tontamente, haciendo que de sus labios escapara una pequeña risa —
— Tus ojos, ¿Cambiaron de color? — Cuestiona, acariciando el borde de los mismos con las yemas de sus pulgares, la piel bajo sus manos se siente tan cálida, tan suave que no quisiese apartarlas nunca y sin embargo, tiene que alejar una mano para quitar aquellos mechones largos que le obstruyen la vista, cree entonces que su corazón se ha detenido, Jimin en cambio se siente avergonzado porque es tan obvio, sólo quiere enterrarse en la arena y es cuando Yoongi decide continuar hablando.
»— son hermosos.
Claro que Yoongi aún no conoce la razón en sus cambios de iris.
— ¿No te parece extraño?
Quiere asegurarse un poco, los labios de Jimin se fruncen un poco y Yoongi le mira como si le hubieran salido dos cabezas del cuello.
No entendía.
El hecho de que Jimin sintiera inseguridad con unos ojos tan hermosos, le hacía sentir incluso pena por aquel mundo exterior y ajeno que al parecer lo único que conseguía era hacer sentir extraño a las otras personas por sus diferencias.