❝ Daechwita ❞ ➜ Yoonmin

Capítulo 17

— Pensé que nunca irías a salir de tu habitación.

Namjoon sonríe por lo bajo, observando atentamente a cada movimiento que Seokjin hace mientras teclea en el holograma que sobresale de su reloj.

Algo que hace que abra los ojos de vez en vez porque nunca lo había visto en el otro mundo pero en este, en este al parecer era algo muy normal.

Respiro hondamente antes de asentir suavemente, como si eso fuese hacer que asimilará las nuevas cosas más fáciles, aunque en definitiva, estar en ese lugar específico del ¿Palacio? Era más cálido que otra cosa.

Habló con suavidad.

— Aún estoy tratando de acostumbrarme, vine hacía aquí cuando escuché al guardía decir que estabas a unos cuantos pasos — Señaló — ¿Puedo sentarme?

— No veo porque no puedas, sigues siendo un invitado — Accedió — de todas maneras, déjame decir que te adaptaste mejor que Jimin los primeros días.

— ¿En serio? Eso, me hace sentir mejor pero lo dudo, Jimin se adapta a todo fácilmente, por su historia quizás.

— Tengo curiosidad, sé que probablemente no es la manera correcta de conseguir información pero, ¿Cómo era su vida allá? E incluyo la tuya, me dice muy poco y se muestra tenso incluso para decir pequeños detalles.

— Bueno, no podría decir que fuese buena — Frunció el ceño — no le digas que te estoy contando esto y por favor, no le trates con lastima, él detesta eso.

— Parece que se conocen de toda una vida, pero descuida, mi boca estará cerrada y mi actitud hacia él seguirá siendo igual.

Namjoon asintió antes de respirar hondamente.

— Bien, Jimin y yo nos conocimos desde que él tenía doce y yo catorce, cuando lo conocí estaba acompañando a mi padre a la organización del señor Park — Una mueca se formó en sus labios — en ese entonces pensaba que era muy aburrido, digo, ¿Qué divertido podría ser mirar a un montón de señores y señoras haciendo experimentos y demás? Más si no podía tocar o decir nada, yo era muy energético, así que alcance a escabullirme.

Seokjin sólo escuchaba atentamente a sus palabras, bastante metido en la historia que Namjoon narraba mientras se imaginaba a un pequeño Jimin de doce con un pequeño Namjoon de catorce hablando y jugando.

— Lo encontré en una pequeña sala, estaba sentado en una silla acolchonada, su brazo estaba extendido y sólo miraba con molestia a la doctora que estaba con él — Soltó una pequeña risa — siempre ha tenido un carácter algo difícil pero cuando llegas a conocerlo es muy amigable, cuando me vió allí se asusto mucho, pero la doctora me conocía de antes cuando iba a casa y le dijo quien era — Se encogió de hombros — el poder de la sangre supongo, entonces siempre quería ir con mi padre a sus visitas a la organización, sólo era para jugar con Jimin y hablar, algunas veces no se molestaba en decirme que era un dolor en el trasero pero nunca me aparto, nos convertimos en mejores amigos sin problema.

El afecto podía escucharse en su voz y Seokjin sonrió poquito.

— Prosigue, por favor.

— Un día, el señor Park fue a casa y Jimin venía con él, estaba emocionado era la primera vez que un amigo venía a casa, a mi padre no le gustaba mis compañeros porque estudiaba en una escuela pública por mamá, así que no dude en llevar a Jimin a mi cuarto para enseñarle mis libros y juegos, estuvimos jugando un rato pero me dió sed y fuí a la cocina — Ladeó la cabeza, apretando los labios en una fina línea — de regreso, en la sala se encontraba mi padre con el señor Park, estaban hablando de Jimin y fue allí, que me enteré de la verdadera historia de mi mejor amigo.