Mi cabeza explotará. Literalmente. En este momento me gustaría morir, estoy segura que sería muchísimo mejor que esta maldita resaca. Creo que me pase con la bebida anoche y por desgracia, por lo que logro recordar no pude hacer mucho más con Justin que algunos tocamientos en el baño o contra la pared mientras fingiamos bailar, pero lo hacíamos bien, pues ahora bailar cada vez luce más como restregarse contra el otro, así que creo que tuve un pequeño orgasmo. Sonrío como estúpida al recordarlo.
- ¿De que te ríes? ¡Se supone que te estoy echando la bronca, _____ Salvarote!- grita la abuela pareciendo ofendida.
Recuerdo que ha llegado hace diez minutos haciéndome muchas preguntas, principalmente queriendo saber como la pase de bien y si use protección, pero ahora intenta fingir ser alguien maduro que debe regañarme si cree que me he pasado de tragos. Lo acepto. Es divertido. Nada que ver con George, más bien era yo quien debía regañarlo a él. Y a veces terminó mal pero es algo que esta metido en un profundo- muy profundo- cajón de mis sentimientos.
- Perdona abuela, pensaba en...
- Justin, lo imagino- dice suspirando. Me acerca una taza de chocolate. Son las tres de la tarde pero tengo un inmenso sueño, de verdad y dudo que prepararme un tazón de chocolate caliente vaya a ayudar. Arrugo la nariz: necesito dormir.- quita esa cara, así aprenderás que no debes beber tanto, jovencita.- me regaña y entonces pone una cara pícara- Justin te trajo en brazos. Me encantaría que un chico como él me lleve en brazos, me tire sobre la cama y me foll...
- ¡Para, por favor! No termines esa frase- exclamo asqueada. Lo último que necesito es imaginar a mi abuela en brazos de Justin o alguna mierda así. Dios. Es repugnante. Ella se echa a reír
- Solo bromeo, tengo a mi hombre, un poco viejo pero con la viagra aún podemos... ya sabes- dice y me guiña un ojo, no puedo evitar poner cara de asco.
- Creo que voy a vomitar- ella ríe más fuerte como si realmente fuese broma y se acerca a codearme.
- No finjas no saber del sexo. Te ves muy espabilada.
- Ya, si. Muy bien. Me voy a dormir- digo mientras me levanto de la mesa queriendo huir de esta conversación.Nunca he tenido una charla sobre esto, y ahora entiendo a Sami cuando me dijo lo desagradable que es cuando un familiar te pregunta o cuenta sobre ello. Cuando mi madre murió sólo tenía 15 años, así que realmente nunca tuvimos la charla, sólo algunos comentarios sobre chicos. Y con George... bueno, definitivamente jamás de los jamases hemos hablado sobre ello.
- Justin viene a verte- hace aparición mi abuelo, se acerca a su mujer y le da un pico en los labios- estoy seguro que me prepararás una paella- sonrío a medias, esta claro que cuando se muestra tan cariñoso y zalamero es porque quiere que ella le prepare algo. Fernanda le dirige una mala mirada y le ignora centrándose en mi.
- Es cierto cariño, dijo anoche que pasaría esta tarde, cuando ambos descasarías.
- Oh, esta bien.- digo encogiéndome de hombros- ahora le envío un WhatsAppLos dejos solos y me tiro sobre el sofá y mientras me envío mensajitos tonto con Justin- es extraño pero genial- les escucho discutir sobre alguna cosa tonta, me río porque creo que Fernanda le ha dado una colleja. Y si, por pátetica que sea me encantaría llegar a tener eso con Justin, pasar más de 30 años juntos y que sus ojos sigan brillando al verme. Pero sé que sería demasiado bueno para ser cierto. En realidad, estoy esperando que todo exploté y no funcione. Por jodido que sea.
Dos horas después Justin esta aquí. Parece tan cansado como yo pero sonríe a medias al verme y ya tengo ganas de bajarme la bragas y meter su cara en mi entrepierna. Y parece leerme la mente, pues en cuanto mis abuelos nos dejan subir y quedarnos solos en mi habitación, él se lanza a por mi, tirándome sobre la cama y devorando mi boca mientras su mano toca mi centro. Y coño, se siente tan pero tan jodidamente bien que olvido la resaca.
Pero no el hecho de mis abuelos estan a dos pasos, por así decirlo, y que son unos viejos pervertidos que bien podrían quedarse a escucharno tras la puerta. Bueno, no lo creo realmente. Pero tenerles aquí me corta el rollo, así que alejo a Justin de mi, que parece demasiado feliz haciéndome chupones por el cuello y el pecho y masturbarme. Joder me encanta eso pero no es el mejor lugar.
- ¿Que pasa?- pregunta confuso y con los labios igual de rojos que seguro lucen los míos, se los lame y eso me provoca a incitarlo a seguir haciendo conmigo lo que quiera.
- Mis abuelos están abajo, eso pasa- murmuro mientras me incorporo sobre la cama, él parece recordarlo también y se sienta a mi lado
- Es verdad, ¿les mandamos al mercado o algo así?- bromea y le pego juguetonamente
- Me dijiste que querías hablar conmigo sobre algo importante, ¿de que se trata?- le pregunto y él se muestra serio
- Ya, sobre eso...
- ¿Que sucede?- pregunto sintiéndome nerviosa y ansiosa
- Creo que es el momento de volver a casa
- ¿Qué?- pregunto íncredula- ¿estas diciendo lo que creo que dices?
- Si, ______. Tenemos mucho tiempo aquí, deberíamos volver ya.
- No voy a volver, Justin- digo alejándome de él.
- ¿Como que no? ¿Por qué demonios no?- le atravieso con la mirada, no puedo creer que no lo sepa, él luce confundido y molesto.
- Porque mi casa esta aquí ahora, este es mi vida.
- Pero... ¡¿que coño?! ¿Y que pasa con tus amigas? ¿Con George?- Mis amigas tienen una invitación abierta, pueden venir cuando quieran. De hecho pensaba decirle a Sami que intentará conseguir un billete para venir la próxima semana- digo calmadamente- ¿Y George? Bueno, ese hijo de puta se puede ir al infierno por mi. ¡Ni siquiera puedo creer que me preguntes por él!
- ¡Es tu familia y tus amigos! Toda tu vida esta allí. ¡Mi jodida vida esta allí también!
- No te he impedido ir en ningún momento- le replico intentando mantenerme bajo control
- Se supone que estamos bien ahora, _____, que nos hemos dado una maldita oportunidad de hacer las cosas bien para los dos. Mi familia esta allí, ¿sabes lo pesada que esta mi madre? ¿Y Connie? No puedo quedarme más tiempo aquí, me necesitan allí.
- ¡Pues vete, joder!- le grito y él parece a punto de explotar de rabia- si te quieres ir, hazlo.
- ¿Estas diciendo la mierda que creo? A estas alturas de juego ¡me estas tomando el maldito pelo!- me grita exasperado- ¡estoy aquí por ti, joder! No tengo a nadie, sólo a ti. He venido a la otra punta del maldito país para que estemos juntos, ¡me he tragado mi jodido orgullo porque estoy loco por ti! ¿y para ti es tan fácil? Decirme que si me quiero marchar que lo haga, que te importa un puta mierda ¿es en eso que hemos quedado?Me quedo en silencio, porque realmente no tengo ninguna mierda que replicar a ello. Tengo una puta resaca y Justin no para de gritar, parece enojado y ofendido y me siento herida y ofendida también. Y enojada. Muy enojada. Porque no le he pedido venir, esta bien, amo que se la haya jugado por mi, pero eso no resuelve todo, no por ello me largaré detrás de él.
- Tú aquí no tienes a nadie, es cierto. Pero yo allí tampoco. - susurro reprimiendo las ganas de llorar, él me mira detenidamente y parece suavizarse
- Me tienes a mi- murmura y se acerca a mi, toma mi cara entre sus manos y casi digo un si, llévame donde quieras, pero me alejo para pensar con claridad.
- Tú aquí me tienes a mi, también.
- ¡Es diferente, _____!
- ¿Por qué? Tu allí tienes a tu familia, yo aquí a la mía. Si mi voy estaré sola, como antes, sin rumbo y sin tener idea de que hacer.
- ¡Es como me siento ahora! No me vale llavarme bien con tus amigos o que tus abuelos me traten como a uno más, yo allí tengo todo, nena. Y tú también, toda tu vida esta allí.
- Ya no, Justin. No hay nada que me una a Combarro, no tengo nada lo suficientemente importante allí como para irme de nuevo y volver a pasarlo mal.
- ¡No lo pasarás mal! Será diferente esta vez, te lo prometo. Estaremos juntos, te apoyaré en lo que sea, sé que quieres estudiar, bien, hazlo allí. Regresa a tu viejo empleo y...
- ¡Es que no quiero eso para mi, Justin! No es tan sencillo. Me ha pasado la peor mierda allí y desde que estoy aquí me siento bien, sana, diferente. He evolucionado, no volveré la vista atrás otra vez, no iré allí a pasarlo putas.
- Pero...
- No es un tema que este a discusión, porque es mi desición. Es mi vida, y no voy a dejarte convencerme de irme a esa mierda de nuevo.
- ¿Y entonces? ¿Qué demonios sugieres que hagamos?
- Quedarnos aquí.- digo simplemente
- No. Sabes que no puedo simplemente quedarme aquí y olvidarme de mi familia, más de lo que lo he hecho.
- Pues...
- ¿Sabes qué? Tengo que pensar, necesito tomar el aire y depejarme porque me estas volviendo loco.
- Bien. Haz lo que quieras - intento no gritarle pero es lo único que quiero hacer ahora mismo. Jodido idiota.
- Es lo que pienso hacer. Porque así como tu no puedes pararte a pensar un maldito minuto en mi y en lo que te propongo yo puedo coger esta maldita puerta y largarme- me grita
- ¡Pues hazlo, gilipollas!- le grito devuelta y le lanzo lo primero que pillo por la rabia. Una de mis almohadas, él la esquiva, la atrapa y me la lanza de vuelta, con la mala suerte de que me da lleno en la cara. Lo veo sonríe con malicia.
- Vete a la mierda, ________ Salvarote.Y si. Todo es demasiado bueno para ser cierto. La maldita burbuja romántica esta a punto de estallar. Pero no estoy preparada, no aún.