OBLIVION | Control z

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Paulina entró tarde a clase de laboratorio robándose la atención de todos sus compañeros. Su mirada fue hasta Javier, que la observaba con intensidad.

Ella simplemente desvió la mirada y se sentó junto a Isabel, que con una sonrisa comenzó a mostrarle el contenido de su teléfono.

— La biotecnología blanca también conocida como biotecnología industrial. ¿Para que se usa? Por ejemplo, para la industria textil.— Gabriela explicó a sus alumnos.— Ahí se crean nuevos materiales, como por ejemplo plásticos biodegradables y biocombustibles... Rosita, ¿quieres compartir algo con la clase para que todos nos enteremos?.— La
mujer le pregunto a su alumna que conversaba con Paulina e Isabel.

— No podemos cancelar la NONA ahorita.

— Chicos, se que es importante para ustedes, pero no se puede. 

Sofia levantó la mano robando la atención de su profesora.

— Sofía, ¿ahora que quieres?.— La mujer pregunto.

— ¿Puedo ir al baño?.

Ella se quitó su bata dejándola en su asiento. Paso junto a Raúl observándolo, pero ahora este fue el que rompió la conexión.

Paulina observó aquella acción, decidió pasarla por alto e ignorar la discusión que mantenían los alumnos por el hecho de tener que cancelar la noche nacional.

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Paulina y Sofia conversaban afuera del salón de clases, ya que Paulina aún tenía varias dudas del hecho ocurrido el día anterior.

— ¡Oigan!— Raúl grito llamándolas.— Esto les va a interesar.— El sacudió el teléfono en sus manos. Estos son los dos mejores amigos de Javier.— Paulina observó la fotografía en la pantalla. Uno murió y el otro lo tiene bloqueado.

Paulina se quedo pensando aquella ultima oración, frunció el ceño con la cabeza agachada observando la imagen. Sofía observó por reojo a Paulina para rápidamente ver a Raúl.

— ¿No sabes por que Javier entró tarde a la escuela?.

— No nunca se lo pregunté.— Sofía respondió.

— Está raro, ¿no?— Raúl pregunto tocando el hombro de Paulina haciendo que ella simplemente asintiera con la cabeza rápidamente regresando a la conversación.

— ¿Quieren volarse las clases?— Sofía pregunto de la nada.

Paulina observó a Raúl borrando sus pensamientos brevemente, este la observaba con una sonrisa haciendo que ella copiara su acción.

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Los tres adolescentes salieron de la escuela dirigiéndose hasta el auto de Paulina. Ella tomó el asiento del conductor y Raúl el del copiloto dejando a Sofía en la parte trasera.

Ninguno de los tres noto  la mirada que pertenecía a la madre de la última. Que se encontraba en el estacionamiento debido a una reunión de padres de familia, su mano fue hasta su frente al ver como el coche de la castaña salía de las instalaciones del colegio.

Por otro lado Isabela se encontraba en la cafetería en busca de su amiga. — ¿No has visto a Paulina?— La chica le pregunto a Alex, quien negó.

— ¿y a Maria?.

— Tampoco.

— Ah...— Isabela respondió observando a su alrededor.

— Si quieres, te puedes sentar aquí.

Isabela dejó la bandeja de comida en la mesa y tomó asiento.— Gracias.— Ella agradeció.

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— Pensé que volarnos la clase era ir a comer, o ver una película.— Paulina hablo con disgusto mientras bebía su bebida que había comprado en la máquina expendedora afuera de la academia de Fut bol donde se encontraban.

— Javier era el capitan de este equipo.— Raúl les explico.— Los tres jugaban aquí y Javier nunca mencionó nada de la muerte de su compañero. ¿No se te hace sospechoso?.

— ¿Por que no me habrá contado nada?— Sofía pregunto.

— Por dios... todos hemos visto Elite,— Paulina hablo con obviedad.— Ninguno de ellos va diciendo que mataron a alguien.— la chica rodó los ojos.

— Hay que preguntarle a su amigo.— Sofia ignoro a Paulina surgiendo con una idea.

.......

— No mames.— Paulina exclamo al ver a uno de los alumnos sin ropa, simplemente con una toalla sobre sus hombros. Raúl la tomó por los hombros alejándola del chico.

Los tres caminaron por los vestidores en busca del amigo de Javier.

— Ey, ey— Un chico llamo a Paulina y Sofia.— No pueden estar aquí.

Sofia bajo su mirada observando la desnudes del chico frente a ella. Paulina y Raúl la observaron con los ojos abiertos al ver su acción.

— Yo que tu me checaba esa verruga, hermano.— Sofía le respondió antes de que el se cubriera con su toalla y los tres comenzaran a caminar alejándose.

Sofia se detuvo en un chico que mantenía la vista en su casillero.

— ¿Ya te vas?— Ella pregunto al verlo colocarse su chamarra.

— ¿Perdon?— Pregunto confundido por la presencia de los tres chicos.

—¿Tienes mucha prisa? ¿No te vas a bañar?— Pregunto una vez más.

— ¿Quien eres?

— Somos amigos de un güey que jugaba aquí.— Raúl respondió.

— ¿Quien?— El pregunto comenzando a guardar sus pertenencias.

— Guillermo Garibay.— Paulina respondió observando como la expresión del chico cambiaba con rapidez a la vez que todos comenzaban a prestar atención en su conversación.

— Deberían irse.— El chico aconsejo.

— Solo queremos saber qué pasó.— Paulina pidió.

— Está muerto. ¿Que las quieren saber?— Pregunto a la defensiva.

— Te sientes culpable.— Sofía hablo.— ¿Por eso prefieres irte a tu casa y bañarte ahí?. No te caen bien tus compañeros.

Raúl y Paulina observaron con miedo a los chicos que se acercaban a ellos amenazadoramente.

— No sabe de lo que habla.— Paulina hablo con una sonrisa nerviosa.

— Si, no... no se preocupen.— Raúl siguió las palabras de Paulina mientras que ella tomaba la mano de Sofía con la intención de salir de los vestidores.

— Pero no nos ha dicho nada.— Sofía hablo en el hombro de Paulina.

— Shh, cállate.— Paulina la regaño.

— ¡Se cuida!— Raúl exclamo al momento de comenzar a caminar hasta la salida.

— Pero no nos ha dicho nada.— Sofía repitió.