Capítulo 4

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Después del ataque Aizawa reunió a todos los chicos hizo una revisión rápida y a los más graves los mando a enfermería, Mina y Tsuyu no dijeron nada de que lo vieron, estaban preocupadas por su amiga, ambas decidieron que iban a hablar con ella después de clases.

El director cancelo el resto del día escolar, mandando a todos a los dormitorios, Uraraka sin decir nada fue a su cuarto, todos estaban extrañados de su actitud distante excepto dos chicas, quisieron darle su espacio y en la noche hablar.

Bakugo y Kirishima veían la tele, mientas que Momo preparaba té para todos, había sido un día estresante nada mejor que una bebida caliente, Jirou solo la veía de manera enamorada siendo interrumpida por Mina que la veía con una ceja alzada, la peli morada se puso roja y no tardo en ocultar su rostro.

Momo lo había notado y se preocupó acercándose mientras que Mina huía antes de que la regañara por hacerle algo a su chica, Jirou levanto la mirada encontrándose con una peli negra que la veía aliviada

M- Jirou-san ¿Estas bien?- Acercaba sus manos posándolas en sus mejillas

J- M-Momo, estoy… estoy b-bien

Esa bonita escena fue interrumpida dejando ver a una Uraraka bastante despeinada y con los ojos hinchados entrar a la cocina, se acercó al refrigerador bajo la mirada expectante de sus compañeros y saco una botella de agua, volviendo a emprender su camino hacia su cuarto, Mina y Tsuyu la siguieron hasta llegar a su puerta, la castaña intento cerrar pero el pie de la peli rosa lo evito dejándolas entrar.

Uraraka simplemente les dio la espalda y fue directo a su cama, tomo asiento, abrió la botella, tomo un sorbo y dijo

U- Adelante, hagan sus preguntas

Por un momento Mina abrió la boca pero no dijo nada, así que Tsuyu tomo la primera palabra

T- Uraraka-san ¿Conoces a Toga?- Noto como la castaña pasaba saliva de manera dura, al instante se arrepintió de preguntar

U- Si, la conocí el día que fuimos al centro comercial.- Hizo una pausa y prosiguió- Yo estaba eligiendo ropa y ella choco conmigo, me ayudo a levantarme y me pidió una foto- Cada vez su voz se volvía más temblorosa- No se me hizo extraño ya que me reconoció con mi nombre de heroína, así que accedí, me enseño la foto y me di cuenta que ya era tarde, sin darme cuenta me despedí de ella dándole un beso en la mejilla, no sabía que era una villana, esa es la historia.

Mina y Tsuyu se quedaron sorprendidas, ambas se vieron, como comunicándose telepáticamente ambas se acercaron y abrazaron a Uraraka, esta no pudo contenerse, soltó un llanto doloroso, le costaría pero sabía que tenía que superar aquello costase lo que costase.

Despues de un rato Mina acomodo a Uraraka en su cama mientras Tsuyu abría la puerta para irse, la castaña se había quedado dormida de tanto llorar y preferían no interferir más, habían quedado en no contar nada hasta que ella estuviese lista.

~En el bar de los villanos~

Una botella casi vacía de whisky era lanzada mientras una rubia bastante molesta se termina su trago, había estado así desde que habían llegado, estaba furiosa consigo misma por ser descubierta.

Odiaba como se sentía, tenía los ojos llorosos y las mejillas rojas, mientras que vagos recuerdos recorrían su mente, el hecho de estar bajo el efecto del alcohol lo hacía más difícil, no aguanto su furia y lanzo el vaso haciéndolo estampar contra la pared, varios vidrios salieron volando, algunos pararon en el brazo y cara de Toga, parecían heridas bastante profundas pero no le importaron, se fue a casa aun con sus heridas, recorrió toda su casa llegando a la sala, se acostó en el sillón y se quedó dormida, parecía que todo iba bien hasta que empezó a soñar con cierta castaña.

Dentro del sueño

U- Me traicionaste, me mentiste y eso jamás voy a perdonártelo, no te quiero ver cerca de mí ¡Te odio!
Veía como Uraraka lloraba y eso la destruía trato de acercarse pero está cada vez se iba alejando más y más.

De vuelta a la realidad

Toga despertó con la respiración agitada, los ojos llorosos y temblando. Se dio cuenta que ya había amanecido, tenía un dolor de cabeza insoportable y su cuerpo le dolía, fue directo al baño, abrió la llave de la ducha, mientras el agua se calentaba se miró al espejo y quito los restos de vidrio de su brazo y cara, la sangre brotaba a mares, así que se metió a la ducha, el agua corría roja pero no le tomo mucha importancia, después de 5 minutos salió envuelta en su toalla, se puso ropa bastante cómoda y curo sus heridas con un poco de alcohol, para que no se infectaran se colocó una venda en su brazo y una curita en su cara.

Noto que sus ojeras se notaban más pero no le importó, tomo su celular y salió hacia el bar, prendió su celular revisando la hora encontrándose con la foto que se había tomado con Uraraka, no podía sentirse más infeliz.

Amar a una villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora