Capítulo 5

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Toga había llegado al bar encontrándose con Twice que se veía preocupado, pensó que tal vez sería por su apariencia de muerte o por sus heridas y si, estaba en lo correcto apenas la vio entrar y se tiró encima.

Tw- ¡Toga-chan! ¿Qué te paso? ¿Quién te hizo esto?- Su voz se volvió escalofriante, si se trata de su amiga él haría lo que fuera por ella.

La rubia sonrió al saber su preocupación, lo abrazo y no aguanto más, se soltó a llorar.

Tenía tantas cosas en la cabeza pero solo una de ellas le importaba, su chica favorita le había dicho “Te odio” jamás había experimentado un dolor así, pero lo que si sabía era que tenía que recuperarla, a pesar de lo segura que se había escuchado con esa declaración de odio.

Después de unos minutos se separó de Twice ofreciéndole una sonrisa alentadora, llorar en sus brazos le había servido, le informo que iba a salir y que probablemente se tardaría y que no se molestara en esperarla.

~En los dormitorios (U.A)~

Uraraka había decidido no ir a clases, lo único que quería hacer era desaparecer.

No sabía lo que sentía, jamás se había sentido así, las únicas veces que se llegó a sentir así eran cuando Deku sin intenciones rechazaba salir con ella.

¿Se había enamorado?

Si era así estaba mal, no podía enamorarse de una chica y menos de una villana, ¿Qué dirían sus amigos o sus padres? No es que no quisiera enamorarse pero normalmente sentía una gran presión social haciendo que ella quisiese ser la “perfecta”.

Salió de su cama y se acercó a su armario, saco un conjunto deportivo se quitó la pijama y se colocó la ropa seleccionada, se peinó un poco y salió de su cuarto, tomo una botella de agua del refrigerador y por fin salió de los dormitorios.

Se dirigía al parque que estaba cerca del centro comercial, no quería ir ya que le traía recuerdos de aquella primera vez que vio sus ojos dorados, lo que no sabía era que cierta rubia también iba rumbo a ese parque, Uraraka tomo asiento en una banca, tomo un poco de agua y cerró los ojos.

T- ¿Ochako-chan?

Uraraka pensaba que ya estaba alucinando, seguía con los ojos cerrados, ¿Su mente le estaba jugando una broma?

U- Dios estoy tan loca que aún la escucho- soltó una risa dolida y suspiro

De pronto sintió una mano en su mejilla, el contacto la estremeció y abrió los ojos de golpe, encontrándose con esos orbes dorados viéndola atentamente.

T- Jajaja no, no estas alucinando linda- Le sonrío a la castaña tímidamente

Uraraka seguía sorprendida, quería alejarse y salir corriendo pero su cuerpo no se movía, su respiración estaba agitada Toga estaba muy cerca de ella, tanto que sentía su respiración.

Toga noto que Uraraka estaba muy nerviosa así que opto por irse, no sin antes acercarse a ella y besar su mejilla.

T- ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Tenías tanta prisa que no te diste cuenta que me besaste la mejilla, así que te lo devuelvo linda, tengo que irme

No dejo que la castaña respondiera y salió de ahí ¿Por qué hice eso? Se repetía constantemente en su cabeza, por un lado Toga estaba feliz y sintió un escalofrió al sentir la piel suave de la castaña, y por otro lado Uraraka estaba estática, su cara ardía y trataba de asimilar lo que había pasado, Toga le había devuelto el beso y ella no había hecho nada, que tonta se sentía en ese momento.

Sin pensar más en eso regreso a los dormitorios, aún era temprano así que no tenía por qué preocuparse de que la vieran, sin mucha dificultad llego a su cuarto, cerró la puerta y se recostó en su cama, quería dormir pero cada que cerraba los ojos, esa chica de ojos dorados aparecía con esa sonrisa gatuna que le daba mucha ternura.

Sin pensar más en eso regreso a los dormitorios, aún era temprano así que no tenía por qué preocuparse de que la vieran, sin mucha dificultad llego a su cuarto, cerró la puerta y se recostó en su cama, quería dormir pero cada que cerraba los ojos,...

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Odiaba la idea de estar enojada con esa chica, se sentía confundida, se sentía ¿Enamorada?

Todos esos pensamientos la abrumaban, para liberarse de ellos se quiso dar una ducha, mientras el agua caliente recorría su cuerpo Uraraka se relajaba más y más deshaciéndose de esos pensamientos, logrando terminar de bañarse cambiarse y dormirse, aún era temprano pero no quería salir, solo quería estar encerrada con sus dudas y miedos.

Amar a una villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora