Cristel
Habían pasado un par de días, desde que le dije a Arlon, que si, que solo me juntaba con él para acercarme a Dylan, pero era todo mentira, será mejor estar alejados a estar juntos, solo tenemos 18 años, sería una mierda estar sufriendo por amor con esa edad.
Capaz en algún futuro estaré preparada para sufrir por él, pero ahora no lo estoy.
El sonido del timbre me saco de mis pensamientos.
Voy hacia la puerta y la abrí, no había nadie detrás de ella, por lo que me pareció extraño o capaz fue una broma. Me fijé en el suelo y vi una caja.
Estuve pensando por unos segundos en sí cogerla o dejarla apartada en algún lado del pasillo, pero decidí cogerla.
Puse la caja encima de la mesa del salón y procedí a abrirla.
Solo había una nota que decía:
¿Que tal Cristel Sallow? No me conoces, pero yo a ti sí, lee atentamente porque esto es importante. Huye de aquí, vete lejos o podrás salir perjudicada, te están buscando y no pararan hasta encontrarte, así que vete a un lugar que nadie podrá encontrarte, no tardaran mucho en ir a por ti VETE.
Me quede en shock al leer la pequeña nota que estaba en la caja. No podía pronunciar palabras y mucho menos pensar claramente.
¿Quién me buscaba? ¿Será verdad? ¿Cómo sabe mi apellido? ¿O será una pequeña broma de alguien aburrido?
Obtuve por pensar que era una persona aburrida ¿Por qué quien me buscaría? Nadie, no soy nadie importante para que quieran algo de mí.
Deje la carta dentro de la caja y la guarde debajo de mi cama.
Estuve pensando toda la tarde en esa maldita carta, estaba asustada, pero no quería dar importancia en aquello, ya que como dije anteriormente puede ser una persona aburrida tratando de asustar a la gente, porque se acerca Halloween.
Decidí no decirle a nadie nada de la carta, lo tendré en secreto hasta que descubra quien puede ser.
Mi teléfono empezó a sonar y vi que Mike me estaba llamado.
— ¡Hola, culo gordo! - Dije atreves del teléfono,
— Hola, guapetona - Nos reímos.
— Dime.
— Esta noche vamos a ir a cenar, te hemos enviado unos cuantos mensajes, pero no nos respondías ¿Te vienes? - Pregunto él.
— Si me vendría bien despejarme un poquito.
— Perfecto, guapetona, pues te veo a las 21:00 en el restaurante de siempre.
— Perfecto culo gordo - Dije y colgué.
Eran las 18:15 de la tarde, y el restaurante estaba a 30 minutos en coche, así que decidí alistarme ya.
Me vestí algo simple, con un top que dejaba ver mi ombligo, unos pantalones de tiro alto y mis zapatillas de confianza, como diría Mike, las zapatillas creadas por el mismísimo demonio, ya que son con plataforma. Me ondulé un poco el cabello y procedí a elegir una chaqueta.
Estaba aparcando a mi pequeña calabaza enfrente del restaurante, cuando vi a Mike saliendo a por mí.
Él sin pensarlo me saco del coche y me abrazo.
¿Por qué? No lo sé.
— ¿Qué te pasa? Tú nunca eres tan amoroso conmigo - Solté haciendo que Mike me mirara.
— Me vas a odiar de por vida - Empezó a decir - Pero Arlon está dentro.
Me quede en blanco, realmente no me apetecía mirarle a la cara a Arlon después de haberle dicho lo que le dije, sentía pena y me sentía asquerosa siendo una persona así.
— Mike en serio, ¿No me lo has podido decir antes? - Le pregunté.
— Perdón, yo tampoco lo sabía, Enzo me dijo que no iba a venir - Empezó a explicar - Si no te lo hubiera dicho Cristel.
Le creía, que Mike mintiera sería un milagro, ya que es una de las personas más sinceras que conozco, y no se atreve a mentir por nada del mundo.
Acepte a entrar con él, de todas formas ya me había arreglado y tenía un poco de hambre, así que no me iba a echar para atrás por nada del mundo.
Cuando entre, todas las miradas se posaron en mí, supongo que todo el pueblo ya sabia lo que había pasado, pero me daba igual, nunca me importaron los malos pensamientos de las personas ni mucho menos lo que pensaran de mí, es algo que me entra por un oído y me sale por el otro.
Cuando iba caminando escuchaba como la gente murmuraba. Dylan estaba ahí también, no sabría como se lo abría tomado, le use de cebo y eso estaba mal.
Sorprendentemente todos me saludaron y me hablaban bien, algo que me sorprendía, ya que yo pensaba que todos me iban a odiar, yo también me odiaria.
— Cristel - Hablo Enzo - Dentro de dos semanas nos iremos a roma ¿Quieres venirte?
Me sorprendía que quisieran que fuera con ellos.
Arlon alzo la mirada procedió a mirar a Enza.
— Si va ella yo no voy - Hablo Arlon después de un buen rato.
— Hermano, seamos maduros por favor - Contesto Enzo.
— ¿Tú estarías al lado de una persona que te ha utilizado? - Pregunto Arlon - ¿No verdad? Pues ya esta.
— Ni siquiera sabes el verdadero contexto - Termine por hablar yo.
— Entonces di el contexto - Alzo la voz Arlon.
— No vale la pena, de todas forma Enzo, no iré, no tengo muchas ganas. - Termine de hablar.
Salí fuera y cogí un cigarro del pequeño bolso que llevaba, hacía bastante tiempo que no fumaba, pero en este momento lo necesitaba.
— Sé que no usaste a Arlon - Hablo Dylan sentándose al lado mío.
— ¿Cómo lo sabes? - Le pregunte mientras soltaba el humo del cigarro.
— Sé que no eres así, tendrás tus razones para haberle mentido, no te voy a juzgar.
— Gracias supongo. - Es lo único que dije.
— ¿Sabías que fumar es malo?
— Si - Le dije.
— Entonces ¿Por qué lo haces?
— Es una buena forma de aliviar el estrés.
— Es una buena forma de joderte la vida - Es lo último que dije y me quito el cigarro de la mano para tirarlo al suelo.
— ¿Cristel? - Hablo alguien por detrás - Toma, alguien me dio un paquete para ti - El señor que me dejo el paquete y se fue rápido.
Era la misma caja que apareció esta mañana en mi puerta.
— ¿Qué es eso? - Hablo Dylan.
— Nada, tengo que irme rubio, nos vemos - Es lo único que dije y fui a mi coche.
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Cúrame las heridas.
RomanceNadie busca el amor. Nadie busca ser amado. Nadie busca sentir algo. Nadie quiere enamorase. Pero ahí un misterio detrás de eso. Amistad, amor, Infidelidad, misterio, suspense. ¿Te atreves a entrar en esta historia? Los personajes te están esp...