ERIKA LA CÍNICA© ( En Edición)

Aceptación

Capitulo 4

Yo no supe que responder, el hecho era que yo también estaba teniendo algunos sentimientos que me tenían confundida, pero escucharlo decir que me amaba trajo hasta mi recuerdos de sueños rotos, desilusión y soledad.

El paró el carro a un lado de la carretera y me miró para luego añadir:

- Yo no hice un plan para enamorarme de ti Erika, esto es una sorpresa tanto para mí como para ti - dijo, yo aún seguía muda, tenía miedo porque hablaba iba a decirle que yo también lo amaba, tenía que ser fuerte y ponerle fin a esto.

- Yo no puedo, sabes porqué, no puedo hacerlo de nuevo -dije, mis lágrimas amenazaban por salir, pero las retuve.

- Lo sé, pero yo no soy él, yo no voy a dejarte nunca, confía en mí Erika, confía en nosotros - dijo, con emoción en la voz.

- Lo siento, Will, no puedo hacerlo, puedes llevarme a mi casa - Dije, la tensión se sentía en el carro, podía cortarse con un cuchillo, el condujo en silencio hasta mi apartamento.

Al llegar estacionó en el frente, me miraba con una mirada que estaba conociendo esa noche, una de decepción y de cierto modo yo también estaba decepcionada y molesta, pero no podía volver a pasar por lo mismo.

- Amor, solo inténtalo, por favor hazlo por mí -dijo él.

Si no estuviera tan dañada hubiera dicho que si, cualquier mujer en mi lugar habría aceptado con ojos cerrados.

- De verdad lo siento - dije, y salí del auto, subí a mi apartamento y empaque algunas cosas rápido, cuando tuve todo lo que creía que necesitaría fui hasta mi carro y maneje.

En cuatro horas ya estaba en Samaná eran las 3:00 AM, Lory mi amiga me prestó su casa, así que había pasado por las llaves.

| Teléfono marcando|

Después de algunos timbres Lory contesto el teléfono.

- Hola, Erika

- Hola Lory, necesito por favor que me prestes la casa de la playa, tengo que irme por un rato.

- Estás bien, que ha pasado, el maldito de David volvió?

- No, no es eso, te contaré cuando esté más tranquila, te lo prometo.

- Está bien, puedes pasar por las llaves estoy en casa.

Cuando llegue a su casa ella ya estaba esperando en la puerta, era una de mis mejores amigas y fue quien más me apoyó en aquél momento horrible que pase.

- El tipo, ese ricachón te lastimo? - preguntó ella

- No, al contrario dijo que me amaba, me llevo con su familia - dije, ella me miró con una sonrisa amable y dijo: