ERIKA LA CÍNICA© ( En Edición)

¿ Psicópata ?

Capítulo 7

- Embarazada - dijo Willger - embarazada - volvió a probar la palabra y finalmente sonrió y me abrazo muy fuerte.

- ¿Está seguro de que estoy embarazada? - pregunté al doctor - yo aún sigo tomándome la píldora, no creo que pueda estarlo.

- Si aquí está la prueba que hicimos con la muerta de sangre - me dio el papel y yo no podía creer lo " POSITIVO" en negritas y bien marcado.

Yo no tenía gran cosa como un pequeño golpe en el pómulo derecho y unos cuantos arañazos, así que cuando Will pregunto si nos podíamos ir el médico dijo que si.

En el carro yo le pedí a Will que fuéramos a casa, pero el no quiso, dijo que iríamos a casa de sus padres.

- No voy a llevarte de nuevo allí para que recuerdes todo, ya fui con la policía y les entregué una foto de ese maldito y espero que lo agarren pronto - dijo el, y añadió - no voy a permitir que se acerque a ti o a nuestro bebé.

- Will, yo dejé la puerta sin seguro, supongo que es mi culpa la casa no tiene nada que ver, solo hay que cerrar la puerta - dije para calmarlo.

- Vamos a tener un bebé - dijo el, cambiando el tema - tendremos que apresurar la boda - añadió.

- No creo que esté embarazada, podemos parar en la farmacia para comprar algunos test, puede que hayan confundido mi muestra de sangre - dije, aún en negación, la verdad es que me funcionaba a las mil maravillas.

- Está bien, pero si lo estás el nombre lo escojo yo - dijo sonriendo de oreja a oreja y añadió - ya quiero tener en brazos a Goku Santiago Cruz.

- Tú estás relajando verdad - dije un poco muy alto para mí gusto y proseguí - si es verdad que estoy embarazada no le vas a poner Goku a un hijo mío, entonces no nos casamos.

Está vez río más, yo sabia que él estaba feliz por esto, que de alguna manera el esperaba que pasará, pero no tan rápido o talvez no así y por supuesto no habernos enterado de esta manera.

Cuando llegamos a casa de sus padres nos quedamos en el que era su cuarto, habían fotos de él, de adolescente, medallas de béisbol juvenil entre otras.

Estaba cansada así que cuando tuve la oportunidad de subir me disculpé y me fui al cuarto, no quería responder más preguntas sobre como mi ex prometido se metió a mi casa para abusar de mi, no era mi tema favorito de conversación y desde luego no me gustaba que me miren con cara de perrito atropellado.

Estaba de espaldas a la puerta y cuando me giré ahí estaba él, recostado en el marco de la puerta, mirándome con aquellos ojos negros que me volvían loca.

- Ahí estás - dije, con un tono de sorpresa en mi voz.

- Quieres tomar un poco de aire - dijo el, dándome su mano para que la tomara.

- Claro, deja que me ponga unos zapatos - dije, busque mis bailarinas y me las puse.

Me llevo por el patio hasta atrás, en un pequeño quiosco que hay detrás de la gran casa, nos sentamos en uno de los bancos que habían y el me llevó hasta sus piernas.