Capítulo 2

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Lo visite al día siguiente, como había dicho que lo haría. Se disculpó conmigo amablemente diciéndome que lo disculpara pues tenía una cita para la que debía prepararse. Parecía estar en lo cierto mientras lo miraba irse con su camisa y pantalones perfectamente planchados a juego. Pude sentir que sospechaba de mí. Quizás él tenía algún rastro en su memoria sobre la forma en que le toque y lo bese, las cuales se volvieron probablemente un sueño incómodo. Quizás su instinto era fuerte; no lo sabía, no podía leer su mente. Lo dejé solo, pero al mismo tiempo lo mantuve en mi radar. Probablemente necesitaba más tiempo para tener listo mi plan de todos modos.

Pasó un mes hasta que las preparaciones estuvieron listas. Durante ese periodo de tiempo solo le di de vez en cuando una sonrisa cordial cuando nos encontrábamos en las casillas de correos o en el estacionamiento. Conduje hasta su lugar de trabajo en mi auto de patrulla, encontrándomelo un par de veces cuando salía con sus colegas, su sonrisa era inquieta, casi nerviosa a medida que saludaba y se disculpaba en la misma oración.

El día llegó. Me tomé dos semanas de descanso, diciéndole a mi supervisor que tenía asuntos familiares que resolver. Era casi cierto. Estacione la *SUV rentada, llenando la cajuela con las cosas que iba a necesitar y que recolecte por un tiempo. Fui entonces hasta su departamento y entré. Me tomaría otra hora o quizás tres si padre había decidido tener unas copas de viernes por la noche en el bar con sus amigos antes de regresar a casa.

NT: *SUV: camioneta familiar de paseo.

Coloque mis guantes de cuero para poder aflojar las bombillas en las lámparas de piso en forma de antorcha, que se encendían con un switch cerca de la puerta. Camine por su departamento una vez más, esta vez para estudiar su guardarropa que colgaba en el closet. Encontré una maleta en una esquina entonces empaqué un par de sus camisas, pantalones, ropa interior y en una bolsa ziplock un par de artículos de tocador. La mayor parte del tiempo la ocupe en decidir lo que quería verle puesto cuando estuviésemos juntos. Tenía buena ropa, de calidad, con marcas reconocidas y costosas. Padre había hecho buen dinero y no escatimaba en verse bien.

Deje su bolso junto a la puerta mientras miraba en su refrigerador. Me ayude a mí mismo con una de sus cervezas, le gustan las marcas importadas y las bebe en botellas no de latas, justo como yo. Me bebí dos *Kolsh antes de escuchar las pisadas que venían de las escaleras y que se detuvieron en la puerta. Bebí el último sorbo de la botella antes de ponerme de pie, yo estaba listo para el antes de que deslizara la llave por la cerradura de la puerta.

NT: *Kolsh: tipo de cerveza alemana.

La habitación está oscura, aunque tuve tiempo para ajustarme a la oscuridad sigue siendo difícil maniobrar en un lugar con el que no estás precisamente familiarizado. Yo sabía dónde iba a estar su mano y donde iba a estar parado cuando escuche el sonido del swich de la luz, esa era mi única ventaja. Él ni siquiera tuvo tiempo de darle un vistazo a la luz cuando tire de su muñeca metiéndole dentro del departamento. Le escuche jadear, sorprendido tirando su maletín, antes de que pudiese decir algo coloque mi mano sobre su boca presionando su cuerpo contra la puerta para cerrarla.

Levantó sus manos haciendo palanca en un intento reflejo por librarse de mí. Yo le di un fuerte rodillazo cerca de su vientre, se dobló soltando un nuevo jadeo que salió de su boca cubierta por mi mano.

"No te resistas." Rugí, poniendo una voz gruesa para que no me reconociera. "O te garantizo que esto podría tener el peor de los finales."

La respiración de padre se volvió entrecortada, trataba de llenar sus pulmones con algo de aire. Mi mano seguía presionando sobre su boca con fuerza.

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