Capítulo 4

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Yo apenas tenía en cuenta los días. El tiempo pasaba por la luz que se filtraba en los pequeños paneles del baño. Sin la lámpara, la cabaña con frecuencia y sobre todo en las noches era completamente oscura. Yo tenía un reloj con la fecha, que era la única conexión que tenía con la realidad. Los días pasaban y las vidas continuaban, incluso para nosotros que solo existíamos en este pequeño mundo que había creado.

En algún lugar fuera de esta burbuja, yo sabía que había personas que estaban buscando a padre, probablemente ésa mujer. Cuando regrese a mí trabajo incluso vería el reporte de personas desaparecidas con el nombre de padre. Algunas veces fantaseaba en cómo sería ese día para mí. Caminando por su apartamento abandonado, haciendo presencia en la investigación, probablemente daría mi punto de vista o preguntaría por su hijo, mi medio hermano, para una entrevista. Sería un desafío interesante, yo intentaría parecer simpático mientras ese hombre habla de su padre perdido. Mi padre.

Pasé un tiempo dedicándome a esos pensamientos casi absurdos. Pensaba en ellos cuando la noche caía y no podía dormir. No estaba seguro si padre dormía, pero yo le ayudaba, generalmente bajaba la temperatura de los radiadores en la noche para hacer la cabaña un poco más fría para que entonces él me dejase brindarle mi calor.

Han pasado tres días desde que intenté hacerle el amor, desde entonces padre ha sido obediente, es como si él hubiese decidido que voy a follármelo como castigo si me desobedece. Ha estado quieto la mayor parte del tiempo sin decir nada cuando hablo. Uriel solo asiente o niega con la cabeza si le hago alguna pregunta.

"¿Has pensado en los papeles?"

Le pregunté una mañana mientras desayunábamos luego de compartir un baño. Como se ha estado comportando bien le he permitido usar pantalones. Es la primera vez que los usa desde la noche en que lo traje a la cabaña, él parece ligeramente contento de poder tenerlos puestos.

Como si tuviese que hacer memoria sobre ello, Uriel miró a un lado donde el certificado de nacimiento y la prueba de ADN todavía estaban en el suelo, no muy lejos de la cama. Entonces regresó su mirada hacia mí.

"A menos que te arrepientas de tu error..." Aventuré.

"Yo no creo que tú seas un error." Me respondió. "Lo que estás haciendo lo es".

"¿Serías capaz de prometerme que estarás conmigo por siempre?"

Le pregunté mientras jugaba con los huevos revueltos, haciéndolos de un lado al otro con el tenedor. Me mantuve mirando el desayuno y no a Uriel.

"La clase de promesa que hiciste con tu esposa muerta y creer en ella".

"No deberías forzar esa clase de promesa a una persona si la amas".

Deje el tenedor a un lado y busqué su mirada. Sus ojos se encontraron los mijos, estaban serenos.

"Quieres decir que si te diese la opción, tú no harías esa clase de promesa conmigo".

Él aún estaba en una postura apacible cuando respondió.

"No te mentiría. Ni siquiera a ti. No podría... no después de lo que me has hecho".

De alguna forma me había preparado a mí mismo para esto, así que no me sentí molesto. Padre pareció medianamente sorprendido que no arremetiera contra él. Solo está siendo honesto me dije. Probablemente yo hubiese estado más enfadado a largo plazo si él me hubiese llenado el oído con mentiras, solo para ganar mi favor tratando de asegurar una forma de salir de la situación en la que estaba, pero como no lo hizo me sentí más triste que molesto.

"Termina tu desayuno" le ordené.

Entonces me levanté llevando mi plato sin terminar conmigo.

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