Epílogo.

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Diez días después.

"Así que tu eres el doctor que no lo va dejar ir a juicio". Dijo Blackstone tan pronto como Katsuya Asano ofreció su nombre con una mano extendida. Hubo algo de vacilación antes de que Blackstone la tomara, sacudiéndola rápidamente al saludar.

"Si, yo soy uno de los doctores que practicó el examen al 730."

Katsuya le hizo un gesto para que tomara asiento, una silla que ya estaba abierta frente a un pequeño escritorio con una lámpara atornillada en una de las esquinas. El escritorio estaba contra un panel de vidrio de vigilancia que daba dentro de la habitación donde Gabriel estaba confinado. Estaba dormido, metido bajo una sábana blanca, sus muñecas estaban sujetas a esposas acolchadas que estaban conectadas a los rieles de metal a los lados de su cama. Estaba en una habitación de vigilancia contra suicidios.

Blackstone camino en dirección a la ventana dándole un vistazo a Gabriel. Estudió el rostro que tenía un hematoma morado en una de sus mejillas y el labio inferior había sido roto. Estaba pálido a tal punto que había un tinte azulado en su piel. Tenía puesta un goteo intravenoso con aguja en el brazo izquierdo que era el mismo que estaba atado a las esposas.

"Comenzamos a ver los episodios de violencia hace una semana." Explicó Katsuya poniéndose de pie para quedar a un lado de Blackstone. "Cuando el anillo de tu padre le fue arrancado del dedo."

"No se merecía tenerlo." Respondió Blackstone, mirando fija e intencionalmente al hombre en cama. — Estudiando aun lo que queda de la persona que no se parecía en nada a la fotografía en uniforme de policía que había circulado por televisión. El aplomo que mostró Gabriel alguna vez se había ido. Allí solo había una cáscara vacía atada a una cama.

"Entiendo." Dijo Katsuya. "Pero esto se ha vuelto algo más que sobre a quién le pertenece un anillo."

Blackstone se dio la vuelta caminando hasta la silla que Katsuya le había indicado antes. Tomo asiento. — Gabriel aún estaba en el rango de su visión periférica.

"Yo solo quiero encontrar el cuerpo de mi padre, quiero a ese hombre en prisión, también que la prensa y los medios me dejen en paz."

"Los patricidios siempre se vuelven noticias sensacionalistas" Dijo Katsuya, tomando asiento a un lado de la mesa, mirando a Blackstone. "Un policía que comete patricidio por supuesto que va volverse un encabezado."

"Esos bastardos solo están haciendo terribles historias sobre papá..."

Katsuya solo asintió.

Blackstone dejó sus manos sobre la mesa, con los dedos entrelazados. "El era un buen hombre que llevaba una buena vida. Mi papá no se merecía ser asesinado por un error que cometió".

"Gabriel no es un error." Respondió Katsuya. " Por la evidencia que logramos encontrar, especialmente el certificado de nacimiento y la prueba de paternidad en la cabaña. Uriel se enteró en ese momento sobre Gabriel."

"Eso no cambia nada..."

"Eso lo cambia todo." Explicó Katsuya mirando por encima de su hombro a donde estaba Gabriel. "Lo que le sucedió a tu padre es el resultado de la desesperación de un hombre que creía haberlo perdido todo, tratando de sostenerse a un hilo del pasado que se le escapaba de las manos. Los papeles prueban que hay una conexión biológica entre él y tú padre — Es un factor innegable. Incluso si Uriel llegó a negarlo. Gabriel tiró todo lo que tuvo en sus vientres... veinticuatro años de vida; su cumpleaños fue hace cuatro días."

FGP.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora