Capítulo 1

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Empezó con una carta.

Escribí una carta para él en el papel *Amalfi que compré años atrás en Florencia. La tinta de la impresora láser paso bastante bien por el borde rugoso de la hoja con yedra. Escribí solo un párrafo, pero lo leí una y otra vez. Varias veces en voz alta para escuchar la ridiculez del mismo. Lo era. Pero era sincero también. Él tendría que apreciar la verdad por lo que era.
Nt: *Amalfi: tipo de papel artesanal famoso en Italia.

Doble la carta y la deslice en un sobre con un papel similar, pero solo con dos hojas de yedra en los cuatro costados. Escribí la primera carta a su nombre en el centro con tinta roja.

Tú.

Lo acaricie con mi dedo enguantado, manchando de tinta.

No estaré allí cuando él lea la carta, pero sé que lo hará. Aunque es apenas octubre y la temperatura raramente desciende bajo los 70s. Él empezó a usar su largo abrigo negro de invierno. Su intento de ocultarse a sí mismo del mundo; incluso si era un poco sin sentido. Yo encontré su modestia entrañable.

Lo deje ser por dos semanas y gradualmente sus miedos acabaron entonces él regresó el abrigo al closet. Aunque él se ha vuelto más cauteloso. Él ha dejado de contestar su teléfono de línea fija, dejando que la máquina contestadora tome las llamadas y las envié a su teléfono celular.

Yo le envié otra carta. Misma dirección. Las palabras escritas en ella han cambiado. Le envié un consejo en su lugar.

"No hables con extraños."

Aunque es una carta corta, él se ve visiblemente afectado por ella. Su mano se paralizó cuando abrió el sobre y leyó la carta junto a las casillas de correo de nuestro complejo de apartamentos. Me había parado en una esquina cercana pretendiendo buscar en mi propio correo. Saboree la sensación de que por supuesto en el transcurso pensó en mí. Mientras yo lo miraba.

Inesperadamente, él arrugó el papel en su mano y echó una mirada alrededor del lobby. Él me miró y estudió por un momento entonces caminó en dirección al bote de basura.

"¿Algo anda mal señor?"

Él congeló sus pasos y me miró primero, incertidumbre era lo que mostraba su rostro ya preocupado.

"¿Qué?"

"Luces molesto."

Se estremeció.

"No es nada" dijo y tiró la carta arrugada que yo había puesto en su casilla de correo en la basura. Miró la parte plana de del bote de basura mecerse adelante y atrás hasta que el movimiento se volvió lento y eventualmente se detuvo.

"Nada en absoluto." Dijo él suavemente.

"¿Está seguro?" Dije yo presentándole una mirada preocupada que perfeccioné en el trabajo. "Yo tengo experiencia captando este tipo de cosas."

Sus cejas se arrugan.

"¿Qué cosas?" Dijo él. Estaba de pronto cauteloso y dio un paso atrás alejándose de mí.

"No se preocupe señor" dije mientras terminaba de sacar la billetera de mi bolsillo. Su mirada de preocupación en su rostro se aligero cuando vislumbro mi credencial pegada dentro. Tomé una de mis tarjetas de presentación y se la di a él. "Puedo sentir cuando alguien está preocupado por... cosas no triviales."

Él se quedó mirando la credencial todo el tiempo que mantuve la misma a la vista. Finalmente, él solo levantó la vista cuando cerré la billetera

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