¿Mellizos? Quien diría que el príncipe Heinrey tendría una melliza, pero un tanto diferente a él bueno con sinceridad ni parecían hermanos eran tan distintos que costaría creer que eran hermanos.
Un peli rubio entró azotando la puerta la contraria lo miro enojada por haberla interrumpido cuando leía aunque su enojo desapareció cuando vio la cara del oji violeta empapada de lágrimas.
Henrey volvió a tirar la puerta así cerrándola para dirigirse hacia su hermana que estaba sentada en su cama mientras más se limpiaba las lágrimas más salían rápidamente se tiró hacia las piernas de su hermana que estaban cubridas por una sabana.
—Hermana, ya no aguanto este sentimiento llamado amor no correspondido —Sollozo el peli rubio.
—¿Qué paso ahora? —Pregunto la castaña mientras sobaba el sedoso cabello de su hermano.
—La emperatriz me dijo que solamente quiere que seamos amigos por carta —Pataleo como un bebé.
—¿Qué tiene que ver eso con que tus sentimientos no sean correspondidos?
—¡¿Acaso no te das cuenta?! Es obvio que me está rechazando indirectamente —Levantó su cara de las piernas de la castaña dejando ver sus ojos ya rojos de tanto llorar su cabello todo despeinado sus ojos estaban aguados mostrando que quería votar de nuevo una gran cantidad de lágrimas.
—Henrey esa no es una manera de rechazar indirectamente tal vez solamente te lo dijo, ya que no quiere crear rumores de ustedes dos si los ven juntos aparte ella tiene que mantener su reputación como emperatriz ¿por qué no le preguntas en el banquete especial? Igualmente yo voy a estar hay apoyándote pase lo que pase.
El peli rubio miro enternecido a su hermana casi olvidaba como era pasar momentos con ella, extrañaba sus consejos.
—¡¿Por qué lloras de nuevo?! —Pregunto exaltada la oji dorado.
El contrario se tiró a abrazarla mientras lloraba tan fuerte como un bebe. —¡Hermana te amo demasiado por favor no lo olvides nunca! —Dijo mientras se aferraba fuertemente a los brazos de su hermana.
La peli castaña sonrió correspondió aquel abrazo de hermanos. —Yo también te amo demasiado hermano... —Susurro suavemente la peli castaña.
—¡Hoy voy a dormir contigo! —Exclamó feliz el oji violeta.
—¡¿Por qué tan de repente?!
—Espera... Creo que deje un poco de ropa en tu armario —Dijo mientras se bajaba de la cama para después comenzar a rebuscar en el armario.
—¡¿Por qué mierda siempre dejas ropa en mi armario?!
—Tú también lo haces y no te digo nada... ¡Ah! Mira ya la encontré —Dijo mostrando una pijama de, color amarillo claro qué tenía estampados de coronas.
—Por favor denme paciencia y sabiduría con este niño.
—¡Mira te hice el favor de sacarte tu pijama! —Exclamó mientras mostraba una pijama rosita con estampados de corazones.
—¡Devuélveme mi pijama!
—¡Si la quieres atrápame! —Exclamó Henrey mientras se ponía a correr por toda la habitación detrás de él venía persiguiéndolo una castaña furiosa.
Al fin de cuentas los dos si terminaron durmiendo juntos. —Quita tu pata —Dijo el rubio entre sueños.
—No me quites toda la sabana —Pronunció la castaña jalando la sabana.
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