𝗼 𝗺 𝗲 𝗴 𝗮 𝘀

𝗼 𝗻 𝗰 𝗲

zayn besaba sus mejillas y liam sonreía sintiéndose adormilado; sus cuerpos desnudos enredados bajo las sábanas, el pecho del moreno pegado a su espalda rozándose gracias a su respiración acelerada. no era su primera vez, pero para el omega castaño cada que lo volvían hacer seguía sintiendo la misma emoción y desesperación de la primera vez.

sus olores combinados era la mejor parte para ambos, junto con aquellos besos en el cuello de liam hasta dejarlo rojizo.

— no puedo evitar amarte. — le susurró para por último morder el lóbulo de su oreja.

— y a mí me encanta que me lo hagas saber. — entrelazó sus manos, la mano del moreno estaba posada sobre su pancita ayudándole con las caricias que dejaba. — eres el omega más hermoso que he conocido.

— ese puesto te lo llevas tú, cariño.

liam arrugó su naricita sin querer ser grosero. — deberíamos dejar de ser unos empalagosos después de coger, me pones ansioso y de verdad que quiero dormir.

— sí por mi fuera te vuelvo a montar en mi pe–

— cállate el hocico, malik. — gruñó golpeando la palma de su mano. — hay un niño en casa.

— ben tiene el sueño pesado y déjame decirte que ese comentario de tu parte viene siendo muy contradictorio después de que te acabo de lamer el culo.

— mira, javadd, vuelves a decir eso y no te voy a dejar que me toques hasta dentro de un año.

zayn no sabe su fue su voz seria, el javadd o la forma en la que se alejó de su tacto la que lo hizo hacer un puchero molesto.

¿sexo o callarte?

ah, ahora si te dignas aparecer.

mira, mejor cállate.

— ya sabes cual es la respuesta, mi vida.

— muy conveniente de tu parte decirme "mi vida", ¿no crees? — se burló desde el otro extremo de la cama.

malik le enseñó su dedo del medio, ignoró la mirada resentida de su omega y tomó la pierna del mayor para posarla sobre su cadera. dejó dulces caricias y uno que otro toqueteo inocente más abajo.

cansado, cerró sus ojos dispuesto a dormir sabiendo que a la mañana tendría al omega portando su ropa mientras esperaba por él para el desayuno.

la mañana había sido aquello que todos esperaban, un desayuno familiar donde zayn y liam no pudieron estar lejor de los labios del otro.

a ben le causaba risa la desesperación del moreno cada que liam se alejaba, sus pucheros y pisotones para llamar su atención. y como todo niño, intentaba dejar en claro que su papi era más suyo que de él.

también por eso se había ganado varias muestras de la lengua de malik.

pero toda mañana tiene que terminar pues siempre hay obligaciones de las cuales se tienen que hacer cargo.

como justo ahora.

liam le sonreía al niño que se movía de adelante atrás, el beta estaba a su lado dándole tiempo para hablar. hacía más de diez minutos que habían llegado y el menor parecía más interesado en jugar con la florecita en su mano que en decir algo.

— si no dices algo tendremos que irnos, no podemos quitarle más tiempo al señor.

— dígame liam, por favor, señor suena muy feo. — el beta sonrío y asintió.

— lo siento. y perdone a tae, suele ponerse nervioso.

— ¡no es cierto! — aclaró mirando a su papi con su nariz arrugada. — es que estoy molesto, su hijo me ignora siempre que le hablo, me mira feo y hasta se ha llegado a reír de mí.

liam frunció su ceño, el pequeño parecía una ardillita rabiosa con sus mejillas infladas y rojitas, sus piecitos se movían aún más rápido y había dejado de mirar a su papi para mirarlo a él.

— ¿ben te ha estado ignorando? — taehyun asintió. — ¿pero–

— ¡lo sé! — interrumpió, — lo siento, señor liam. — se disculpó ante eso, pero no podía evitarlo. — creí que podíamos ser buenos amigos pero se comporta como un tonto, y lo siento, pero a mí no me gusta que sean así conmigo.

liam no pudo evitar sonreír, el pequeño reflejaba ternura por donde se le viera, aunque aparte de eso le tenían confundido lo que el niño decía de su hijo.

si bien sabía que a ben se le daba bien mostrar desinterés, pero no creía que lo haría con el mismo chico al que le colocó flores en su cabellito.

— mire, — habló el beta después de que taehyun se alejara porque lidia salió con un ramo de pompones. — taehyun suele ser un poco intenso cuando conoce gente nueva, pero por lo que le ha hablado de ben puedo llegar a la conclusión de que tal vez el niño se está dejando influenciar por otros niños.

liam tomó el puente de su nariz y negó. — puede que ben solamente no quiera estar con taehyun, ambos son niños y no siempre se caen bien.

— yo sólo hablo por lo que tae me ha contado, pero tampoco quiero que mi hijo se sienta mal después porque su hijo no lo quiere cerca. — el beta le sonrío, aunque se vio más forzado que algo sincero. — sé que no debería de hacer esto, pero el jueves haremos una cena algo especial en casa por el cumpleaños de mi esposa. — sacó un papelito de su bolso y se lo acercó. — seremos sólo nosotros, puede tomar eso como excusa para que ben y taehyun se acerquen.

— ¿qué es lo que intenta con todo esto? — enarcó una de sus cejas mirando el papel entre sus dedos. — no puede obligar a mí hijo a ser amigo del suyo.

liam comenzaba a sentirse ofendido, más que nada molesto por lo que salía de la boca del beta. aunque no dejaba de darle vueltas a lo dicho por el niño, normalmente su hijo era agradable con los niños de su edad.

y no era alguien que se dejara influenciar por otro niños con facilidad.

— no es sólo por eso, si no también porque gracias a usted mi esposa ha cambiado, aunque también se lo debo a tae. — sus mejillas se sonrojaron sin poder evitarlo. — y también porqué me gustaría que su hijo le diga al mío que es lo que pasa, son dos niños, estudian en la misma escuela y suelen verse, lo mejor sería que todo quede claro de una vez. — se encogió de hombros. — si su hijo no quiere al mío cerca mejor que se lo diga. taehyun entiende muy bien cuando es querido o no.

el señor llamó al menor y se despidieron, el resto de la tarde liam no se sintió tranquilo, su omega estaba inquieto y parecía estarle dando más importancia de la que merecía a lo que había dicho el beta.

por eso cuando ben llegó no pudo evitar sentarse con él en el piso a hablar sobre el tema.