Capitulo 3

167 16 26
                                    


Alessia Smith

La exposición salió bien, habíamos estado arreglando lo mejor posible todo ya que siempre tratábamos de tener excelentes calificaciones, bueno a pesar de que Sofía se atrasaba en ocasiones, el maestro nos había felicitado por la buena explicación que se dio acerca del tema, una vez que nos dijo que nuestra nota era alta pude respirar. Sofía había estado molestando estos días con la fiesta que sería hoy por la noche, ya cansada de oírla le asegure que si iba a ir con ella.

Tenía demasiada pereza como para levantarme de la cama, Sofía ya me había pasado un mensaje de que vendría para ayudarme alistar para la fiesta, cosa que le agradezco porque no sé cómo ir, nunca he ido a una fiesta.

A menos que las fiestas a las que asistí a los diez años cuenten.

Mi mamá quería que máximo a la 1am ya esté en la casa, también le había pasado un mensaje a Sofía hasta la hora máxima de mi permiso, cosa que Sofía quiso cambiar hasta las 3am y mi mamá claramente se negó.

— Tu mamá debe abrirme porque tu estas en la nube — Reclama Sofía entrando a mi habitación. — ¡Alessia! ¡Ni siquiera has elegido la ropa!

Me encojo de hombros.

— Tu dijiste que vendrías ayudarme —Y si las miradas mataran ya estaría muerta. — Tengo pereza, no quiero salir Sofía, prefiero quedarme viendo una película o leyendo un buen libro.

Ella ignora lo que le digo empezando a jalarme de brazo para que salga de la cama. Trato de sostenerme de la sabana, pero es en vano, me caigo de nalgas al piso.

—Ah, no señorita, levanta ese trasero rápido, dúchate mientras yo elijo la ropa, una vez que salgas y te hayas vestido te voy a maquillar y peinar.

Con toda la pereza del mundo acumulada en mí, camino hasta el baño para ducharme.

Una hora después ya estoy lista, Sofía está frente al espejo haciéndose no sé qué en la cara. Ella me había elegido una falda jean, un par de converse y una blusa con mangas naranjas.

Bueno, no está nada mal la elección de ropa.

— Bien, estamos listas —Dijo terminándose de retocar el maquillaje.

— Vamos.

Bajamos las escaleras mientras Sofía intenta silbar, cosa que no le sale, bromeando de que atraparé a todos los chicos de la fiesta. Mi mamá al notarnos deja su celular a un lado.

— ¿A qué hora debes estar aquí Alessia? — Me pregunta con los brazos cruzados.

— A la 1 am, ni un minuto más, pero preferiblemente un minuto menos sargento.

Le respondo con la mano puesta en mi frente como militar y ella me fulmina con la mirada, mientras Sofía intenta reprimir la sonrisa.

— Tranquila señora Cecilia —Le habla Sofía. — Ale estará a esa hora aquí.

— Confió en ti Sofía —Mamá le da un abrazo como despedida. — Si no, ni más tienes permiso señorita.

Sabía que mentía, después de todo accedió fácilmente a que vaya a esta fiesta para que salga más y disfrute esta etapa de mi vida.

— Si mamá, tranquila —Le doy un beso en la mejilla. — No duermas tarde, por favor.

Salimos de la casa y tomamos un taxi para finalmente dirigirnos a la famosa fiesta. Mientras que vamos para la fiesta mi amiga se ríe del susto pensando que mi mamá ya no me dejaría salir.

***

Me siento como pez fuera del agua, ya que no soy mucho de andar en fiestas, veo personas manoseándose en el pasillo de la casa y personas que no se pueden mantener de pie.

RecuerdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora