Capitulo 26

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Alessia Smith

— ¿Cómoda? — Escucho su risa

A pesar de estar viendo justo ahora una película, no le estoy tomando atención. Los ojos me pesan y quiero cerrarlos mientras sigo acurrucada en el pecho de Christopher con el abrazándome.

— ¿Estas bien? — Me pregunta — Estas muy callada.

— Si.

— Ya está la comida — Informa Erick al ingresar a la habitación.

— Vamos — Christopher se levanta para jalarme del brazo y bajar juntos.

Lo chicos estaban aburridos en el departamento entonces como yo estaba sola se vinieron a quedarse un rato conmigo.

— Que rico se ve —. Habla Christopher — Al fin, pensé que Isabela nunca nos iba a alimentar

Christopher la empieza a molestar mientras que Isabela lo ignora y el más la molesta, Erick graba con el celular y yo solo me siento a comer en silencio. El sonido del celular de Christopher interrumpe la suave discusión de ellos, se levanta pidiendo disculpa y sale a contestar.

— Ale —. Se dirige Isabela hacia mi — ¿Todo bien?

— No —. Juego con mis manos —. Algo le pasa a Christopher, desde hace días que esta extraño...

— ¿Porque no le preguntas? —. Indaga Erick — Deberías hacer eso

— ¿Ustedes saben que tiene? —. Sondeo en tono preocupado

Ambos comparten una mirada y sé que ellos saben, pero no me dirán si Christopher les ha pedido que no me digan.

— Lo saben —. Afirmó.

— Te aconsejo que hables con él cuñada.

Erick me abraza por el cuello dejando un sonoro beso en la mejilla, le sonrió, pero sigue la preocupación de que estará pasando con Christopher. Entra a la casa de nuevo y sube supongo a mi habitación, no sé si debería subir o darle un poco de espacio.

— ¿Porque lo dudas tanto? —. Me cuestiona mi cuñado — Anda con él.

— Nosotros nos encargamos de dejar toda la cocina limpia, no te preocupes —. Insiste Isabela.

— Gracias, enserio —. Les tiro un beso — Estaba delicioso

Se ríen y subo detrás de Christopher a mi habitación, golpeo la puerta, pero no recibo respuesta, dudo un momentos antes de girar la perilla para comprobar si está sin el seguro la puerta.

¡Bingo!

Lo veo acostado con los audífonos puestos y su celular a un lado. Me acerco cautelosamente y me le tiro encima con cuidado que hace que el se asuste.

No dice nada así que me recuesto en su pecho y el me abraza, nos quedamos así por un rato sin decir nada.

— ¿Que tienes? —. Indago acariciando su mejilla — Has estado raro Chris

— Nada preciosa —. Me besa

Nos quedamos en silencio, pero siento que algo lo atormenta y no quiere decirlo.

— ¿No confías en mí?

Suspira mirando a la nada.

***

— Hola, disculpa la demora —. Me disculpo con la persona frente a mi

— Por un momento pensé que no ibas a venir, pero no te preocupes —. Replica con una sonrisa en su rostro.

RecuerdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora