Capitulo 12

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Alessia Smith

Saludo al guardia que con una sonrisa me abre la puerta de la biblioteca donde existe un silencio sepulcral a la vez que paseo mi mirada por las pocas personas que están ya sea leyendo o escribiendo notas de los libros que mantienen en la mesa.

— ¿Dónde estás? — me pregunta la persona a la que le contesto la llamada — Ya estoy aquí

— Cuarta mesa por los estantes donde está la sección de los libros matemáticos — levanto mi mano logrando que me encuentre — Te estoy alzando la mano

Me siento de nuevo observando el iris de sus ojos claros los cuales siempre me hipnotizan. Necesito enfocarme sin embargo los latidos acelerados de mi corazón no ayudan mucho cada que Marcos está cerca de mí.

Quiero superar mi sentimiento hacia él, olvidarlo y poder encontrar a la persona con la que estoy destinada ¿Pero porque me hace sentir de esta manera?

— ¿Cómo estás? — jala la silla junto a mi para poder sentarse — Por un momento pensé que no podríamos reunirnos por lo que tus amigos están aquí.

Niego

— Ellos saben que me he dedicado totalmente a este examen — respondo — Así que han respetado el espacio dejándome estudiar igual no es como que ellos van a dejar de disfrutar de Miami por esa razón.

Marcos asiente sacando de su mochila el cuaderno que ha traído para los apuntes matemáticos que necesitamos repasar. Realmente yo soy la que entiende este tema de ecuaciones, pero tanto el como Sofia han necesitado mi ayuda un poco ya que se pierden.

Estoy centrada hablando intentando que entienda cuando puedo notar de reojo como busca acercarse aún más a mí, su mano toco la mía y su pulgar comenzó a acariciarme suavemente.

Una corriente eléctrica me pasa por el cuerpo bajo su toque y mi corazón palpita más rápido. Noto los vellos de mis brazos erizados por el toque de Marcos, la sensación me mareaba haciéndome sentir en el aire.

— Entonces... debes reemplazar — intento seguir explicando, pero mi voz se corta.

No puedo enfocarme en lo que estoy explicando y termino mordiéndome mi labio inferior ya que no me atrevo a retirar mi mano de su toque.

— ¿Pero este resultado salió de aquí entonces? — detiene su toque frunciendo el ceño mientras señala una de las sumas

Asiento desorientada por el cambio abrupto de su actitud. Respiro una y otra vez buscando normalizar los latidos de mi corazón los cuales parecen locomotoras al máximo, no entiendo lo acaba de pasar.

— ¿Estas bien? — me observa

Asiento

— Debemos terminar ya que falta que te muestre como debes graficar

Marcos asiente con una sonrisa hacia mi acomodándose en el asiento. Sin embargo, no dejo de divagar sobre que acaba de pasar, que busca haciendo todo esto.

¿Acaso solo fue un momento de debilidad?

Cuando observo al cielo comenzar a oscurecerse me levanto de la silla recogiendo todas mis cosas mientras Marcos guardaba sus cuadernos en la mochila. Menos mal vine abrigada ya que está comenzando acercarse la época del invierno y últimamente el viento que hay es demasiado frio para mi gusto.

Marcos me toma de la mano ayudándome a bajar de las escaleras despacio en silencio.

— Stefania — me llaman y levanto la mirada

— ¿Christopher? — me suelto de Marcos acercándome a el — ¿Qué haces aquí?

Estaba recostado en su auto sonriendo hacia mí. Sus iris cafés claros me observan profundamente y me tomo mis segundos para detallar sus rostro perfilado un poco, lleva un par de jeans ajustados y una camiseta clara que resaltaba su musculatura.

— Estuve aquí un buen rato — murmura mirando detrás de mi — Vine hace dos horas buscando un libro ya que supe que estaba en esta biblioteca disponible

— ¿Enserio? — frunzo el ceño — ¿Lo encontraste?

— Lo hice — me sonríe — ¿Te llevo a casa?

Me sorprendo ante su oferta, no hemos tratado mucho sin embargo en este momento esta siendo muy amable conmigo. Me volteo hacia Marcos que no me determina, pero al hombre detrás de mi si, entre ambos se miran fijamente como si se estuviera hablando entre miradas.

— ¿Marcos? — corto el cruce de miradas

— No te preocupes por mi — se acerca llevándome contra su pecho — Me avisas cuando hayas llegado ¿Sí?

Asiento bajo su abrazo sintiendo su calor y su perfume llegando a mi olfato, un aroma fresco y masculino. Sentí aun mas cerca la presencia del amigo de Isabella y Marcos me soltó lentamente.

— ¿Vamos?

Asentí despidiéndome de Marcos de la mano a la vez que observo como se sube al auto que se supone nos iba a llevar a los dos. Christopher me abre la puerta del copiloto y me subo para ubicarme el cinturón de seguridad.

Esto me recuerda a su mala broma

— Pensé que nunca más te subirías a un auto conmigo — dice en tono irónico — Pero aquí estamos de nuevo

— Aun me puedo bajar

Escucho el clic de los seguros de la puerta.

— Lo dudo mucho bonita.

— Lo dudo mucho bonita

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