Recuerdame

Capitulo 19

Narrador Omnisciente

— Erick... —. Murmuro Isabela al entrar al departamento y verlo sentado en uno de los sillones.

— Isabela

Se levanto rápidamente al ver ingresar a su novia al departamento, estuvo preocupado, ella no le contestaba las llamadas y estaba a nada de entrar en un punto de colapso.

— ¿Podemos hablar?

Erick asiente volviendo al sofá, Isabela se sienta frente a él y respira profundamente.

— Se que mi reacción no fue nada buena, claro que no. Pero tu sabias mi pensar sobre el matrimonio, no es porque no te ame Erick, te amo y demasiado, pero es muy pronto, quiero terminar la universidad, seguir disfrutando más viajes y muchas más experiencias junto a ti. — Suspira —. Si hasta ese entonces seguimos juntos, y la propuesta sigue en pie, no dudes que mi respuesta será un sí.

Erick sonríe porque no es algo malo, de hecho, lo comprende, su chica siempre ha temido todo lo que tiene ver que, sobre el matrimonio, porque no quería que el día en que se case todo termine como sus padres, discusiones constantes y el mal trato hacia sus hijos.

— Solo tenía miedo, no dudes de que te amo

Erick se levanta para hincarse de rodillas frente a ella, toma sus manos sonriéndole con lágrimas en sus ojos.

— Amor claro que comprendo, yo te sabré esperar, eres la mujer de mi vida, te amo más que a nada y no dudo que me ames.

La abraza aferrándose a ella, desapareciendo el temor que tenia de haberla perdido. Isabela se aferra a él tanto como puede con el temor de que Erick desaparezca porque tuvo suerte encontrarlo, siempre agradece a la vida tenerlo porque hoy en día pocos chicos hay como Erick. Se separa de él y lo besa disfrutando de los labios de su novio, embriagándose del perfume de él.

La noche había caído, un corazón roto se presenciaba, una joven confundida y todo un remolino de sentimientos entre el grupo de amigos. Se aferra al suéter que menos mal cargaba en los asientos de atrás del auto.

Suspira sin saber si la decisión que tomó es buena, pues sabe que no la aprobaran las personas que rondan por su mente, ya estando frente a la puerta rebusca la llave la cual no logra encontrar, pero antes de sacarla del bolsillo del abrigo la puerta es abierta con una morena cruzada de brazos y un poco molesta.

— ¿Dónde estabas metido jovencito? —. Interroga enarcando una ceja hacia el adolescente.

— Mamá osa —. La molesta él — ¿Acaso tu novio no está? — Interroga

— ¡No desvíes el tema! —. Lo regaña — ¡Estaba preocupada por ti cuando saliste así! ¿Dónde estabas?

La pregunta queda en el aire, no pretende responder dejando que Isabela forme las ideas que quiera, la única verdad es que estuvo dando vueltas en el auto molesto y luego se detuvo en el café que queda cerca del edificio.

— ¿Porque sigues despierta? —. Pregunta caminando hacia la habitación de él.

— ¡Alto! —. Se estaciona frente a Christopher señalándolo con el dedo — Estabas con mi amiga Alessia y vi como saliste de su casa.

— Eres muy chismosa —. Alega en defensiva el castaño

— ¿Se lo dijiste? —. Inquiere su mejor amiga dudosa — ¿Le dijiste que quieres tener una oportunidad con ella?

Christopher muestra una mueca en el rostro sin querer hablar del tema, no puede creer que la chica que le gusta este atada a algo imposible. Vuelve a la cocina yendo a sentarse a uno de los taburetes mientras Isabela se adentra a la cocina a servirse un poco de jugo para recostarse en el mesón.