xxvii. real life

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Circe entreabrió los ojos y estuvo un buen rato para darse cuenta de que no estaba en su habitación, sino que estaba en la de Sebastian. La noche anterior habían cenado juntos, luego miraron unas películas y finalmente ella cayó dormida en el sofá del actor. Así que él la llevó a su cama.

La puerta de la habitación se abrió poco a poco, y Sebastian asomó el rostro. En una de sus manos sostenía un porta vaso con dos cafés, mientras que en la otra llevaba una pequeña caja de donas recién horneadas.

Buenos días hermosa le dijo en cuanto se acercó a ella. Ambos se sonrieron- no sabía que donas podrían ser de tu agrado así que traje opciones variadas.

¿Es esto el cielo? Porque si es así no quiero regresar a la tierra expresó con voz melosa- gracias Seb por esto. A propósito, ¿hace cuánto estás despierto? Esto no se consigue tan fácil.

Desde hace unas horas. Salí a correr temprano y cuando regrese aproveche para comprar esto.

Estas demente, ¿tanta vitalidad tienes por las mañanas?

La suficiente murmuró antes de darle un bocado a una dona de chocolate- ¿dormiste bien?

Muy bien, de hecho sonrió de lado y extendió la mano para tomar una dona glaseada- por cierto, gracias por dejarme traer a Leonardo a pesar de tu alergia. Seguramente si no venía conmigo amanecería con mis cosas llenas de arañazos. Es una relación bastante tóxica la nuestra.

Sí, pude notarlo. Sé que no le agrado por lo celoso que se pone si estoy sobre ti.

Piensa que le has robado a su madre se lamió los dedos para quitar el glaseado que quedó en estos. Luego extendió sus brazos para rodear el cuello de Sebastian con los mismos y dejo un beso en su nariz- al menos disfruta venir a visitarte.

Disfruta venir a mi sofá, de hecho. Pero todo el mundo lo hace, ¿qué tiene de especial?

Mhm no lo sé. En algún momento podríamos averiguarlo.

Sí, tienes razón deprisa maniobró para tomarla de la cintura, la levantó y la apoyó sobre su hombro. Circe pataleaba mientras se reía sin parar- dime entonces.

Se detuvo frente al sofá y la depositó sobre este con cierta distancia. La castaña rebotó con suavidad y consiguió calmar su ataque de risa.

Definitivamente tiene buenos resortes, sino hubiera terminado toda rota al caer.

Veamos se tiró de espaldas al sofá, rebotando con calidez sobre este- tienes razón.

Sebastian se quedó observando a Circe de manera disimulada, al menos hasta que ella lo noto, así que enarco una ceja y le sonrió. El rumano podría jurar que esa sonrisa era la más hermosa que había visto en su vida, estaba completamente hechizado por ella.

the best mistake - marvel castDonde viven las historias. Descúbrelo ahora