Cuatro

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C O L E T T E

-Perfecta en todos los sentidos, tu no sabes nada de como soy yo, soy algo difícil y tu eres muy simple de adivinar .- dijo

Quizá Bella tenía razón y era mejor no continuar relacionado con él.

- Si soy tan fácil de adivinar, dime como soy - lo mire con una mirada rebelde,  una mirada que se esfumo enseguida en el momento que él me miro con aquellos ojos negros. Verdaderamente me ponía el vello de punta que una simple mirada intimidara tanto.

- Eres la típica niña adolescente, con problemas de niña adolescente como... " ¿Me pedirá salir ? " , " ¿De que color me compro el vestido de fin de curso?", - me imitó poniendo la voz más aguda, - problemas de niña, que cuando llega a su casa los tiene solucionados con la tarjeta de crédito de papa.

Le mire sin ninguna expresión, él no sabia absolutamente nada, había fallado en todo. él continuo hablando.

- A una princesita de cuento de hadas como tú, la ponen en la calle y no duras ni un día - rió - He acertado en todo ¿ Verdad ? 

- No has acertado ni una - me di la vuelta y anduve como si hubiera ganado un premio hacia la parada de autobús.


- ¡¿ Le dijiste eso a Aaron ?! - chilló Bella en los pasillos hacia la cafetería, haciendo que varias personas se giraran a observarnos.

- Sí y me da igual .-Sencillamente me daba igual. Ese tío no me iba a meter miedo y más si era un completo gilipollas que lo único que hacia era prejuzgar con aires de superioridad. Encima de mala forma porque no acertó en nada.

- Colette, estas loca - dijo haciendo que sonriera.

Bella y yo nos acercamos a abrir la gran puerta de la cafetería pero no hizo falta ya que la puerta se abrió haciéndola chocar contra la pared.

Aaron salió de la puerta con el puño lleno de sangre.

- No me gusta que me dejen en ridículo Colette, y menos que inventen mentiras de nosotros dos - hablo mientras salía por los pasillos.

A A R O N

Entre en la cafetería haciendo que todo el mundo dejara de susurrar.

Me senté en una mesa y un chico de cara de pocas neuronas se levantó y me habló :

- Eh Aaron, seguro que hoy no has venido con la nueva porque se ha asustado de saber a que te dedicas - rio con sus amigos, unas carcajadas que me encendieron de mala hostia al escucharles.

Me levanté y me puse a su altura, me acerqué a su oído y susurre, pero todo el mundo lo oyó porque la cafetería estaba totalmente en silencio.

- ¿A que me dedico? Dilo .

- A-a al boxeo - dijo él, pero sus ojos aun no mostraban el miedo que quería que sintiera.

- No vuelvas a decir eso - dije hablando mas alto

- Diré lo que quiera, ella seguro que es una puta por eso esta contigo ¿Si no quien estaría con alguien como tú? - dijo el chico. Los tiene bien puestos para soltarme esas gilipolleces en público.

No mentiré, sus palabras me dolieron, algo difícil de conseguir.

Le di un puñetazo en su cara haciendo que cayera al suelo, hoy no me apetecía pelear.

Salí de la cafetería con un fuerte choque de puertas, encontrándome con Colette.

- No me gusta que me dejen en ridículo Colette, y menos que inventen mentiras de nosotros dos -dije mientras anduve por los pasillos de ese puto antro de instituto.

- ¿A que te refieres? - gritó Colette

- Entra en la cafetería, te enteraras seguro, al parecer somos el cotilleo de todo el instituto.

Subí a la moto y mi móvil sonó.

Un número desconocido, lo cogí y una fuerte golpeada de dolor sentí en el puño por el golpe de antes.

- Dígame - hable

- ¿ Es usted Aaron Collins ? .

- Sí¿ Para que es ?.

- Su tutor, Ángel Collins ha sufrido un ataque, antes de sufrirlo llamó a emergencias y hemos podido salvado de milagro, está en el hospital Mine.

Mi corazón aceleró, y temía que saliera de sus sitio. Hacía tiempo que no me encontraba así.

- Joder - susurre y alce la voz - Gracias, enseguida voy.

Me acerque a la recepción donde una enfermera me miró.

- La habitación de Ángel Collins por favor - ella me sonrió, cogió un papel y escribió dos números.

- Para lo que quieras - sonrió y me guiño un ojo

El numero de la habitación y su número de teléfono estaban escritos.

No le conteste nada, esa mujer tenia como treinta años y la verdad las milfs no son mi estilo.

- Ángel- susurre.

- Aaron, lo siento - dijo el, era de las peores imagenes que se le pueden grabar en la cabeza a alguien, la imagen de alguien la querido como tu abuelo lleno de cables en sus brazos.

*****+

Hola, ¿ Os gusta la novela ? (:

Por favor, me ayudaria muchiiiiiiisimo si votas y comentas el capítulo (:

GRACIASSS Y ADIOS!

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