🌸CAPÍTULO 50🌸

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El fin de semana había llegado y Jimin no podía estar más que emocionado por pasar un día junto a su padre. Taehyung preparó algunas actividades que ellos disfrutaban hacer juntos y se encargaría de que fuera tal y como su hijo esperaba.

Jimin preparó una mochila con bocadillos para comer durante el camino o cuando tuvieran hambre, vestía un sueter en color negro y un pantalón del mismo color. En cuanto a Taehyung, llevaba una camisa a cuadros debajo de una chaqueta en color café, pantalón oscuro y sus lentes del diario.

Tu hermano favorito vendrá a verte en unas horas. Saldré con nuestro papá Tae, ¿de acuerdo? Debes ser bueno y ayudar a Jungkook con su familia decía Kim de rodillas mientras sus manos frotaban la barriga de Jeon.

Querrás decir buena, es una niña le dijo Taehyung revolviendo el cabello del chico.

Es un niño, Tae habló Jungkook y después rió ㅡ. Ya, vayan y diviértanse. Mi abuela me ayudará con mi comida, así que puedes estar tranquilo.

Llámame si algo sale mal, por favor, vendré lo más pronto posible, corazón.

El moreno le acarició las mejillas con dulzura antes de inclinarse un poco para besar sus labios a su gusto. Usando su lengua para explorar la boca contraria a su antojo, volviendo el beso profundo, dejando en el olvido que no estaban solos.

Jimin se sonrojó cuando escuchó un jadeo que provenía de su amigo.

Disculpen mi interrupción pero, ¿pueden comerse la boca cuando estén en la comodidad de su habitación? Hay una bebé y un pobre chico presentes habló el menor, algo incómodo y abrazando la pansita de su amigo.

Tiene razón Jimin, puedes comerme más tarde le guiñó un ojo, haciendo reír a su novio.

Está bien amor, y bien dicho Jimin, es una linda princesa, ve acostumbrandote a decirle princesa cada que le hables, ¿de acuerdo?

Si papá Tae, como digas se levantó del suelo.

Claro que se acostumbraría a decirle princesa al pequeño ser humano que vivía cómodamente en el interior de Jungkook, porque eso era, una niña, la princesa de los Kim.

Nuevamente se despidieron y salieron por la puerta principal de la casa. Taehyung revisó unos últimos mensajes en su celular antes de poner en marcha el auto y conducir hasta el museo. Jimin parecía un niño pequeño en su asiento de copiloto, cantando a todo pulmón las canciones de la estación de radio y sacando en ocasiones la cabeza por la ventana.

Su padre reía ante la gran energía de su hijo, de hecho sentía que poco a poco se contagiaba de su alegría pues llegó al punto de cantar junto a él.

Cuando llegaron a su destino, el mayor buscó un buen lugar de estacionamiento y luego salieron al mismo tiempo del auto. Jimin puso sobre sus hombros la mochila de bocadillos y caminó alegremente junto a su padre hasta la entrada del museo.

¿Hace cuanto no veníamos a ver una exposición sólo nosotros dos? le preguntó Taehyung en voz baja, no quería arruinar el ambiente pacífico del lugar.

No me lo tomes a mal pero, desde que Jungkook entró a tu vida ya no pasamos tiempos juntos respondió, encogiendose de hombros mientras caminaban ㅡ. Hay tantas cosas que cambiaron desde ese momento.

Taehyung sintió como aquello de una u otra forma le dolía en el alma. Era complicado, sí, tenía una princesa en camino y un hijo de veinte años, y no podía decidir cuál de los dos necesitaba más atención. Tendría que ser un buen padre y saber dividirse cómodamente entre los dos.

Cuarenta Veinte |VKOOK|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora