ᴛʀᴜᴇ ʟᴏᴠᴇ [ᴅᴀɪʜᴀʀᴜ]

- CAPÍTULO ⁸ -

POV OMNISCIENTE

Después de ese día kambe Daisuke dejo de presentarse en la oficina. No volvieron a recibir noticias alguna de el, y era como si no existiera una gasto de el.

Pero para la gratitud de todos aún contaban con su apoyo económico y tecnológico.

Todos sabían que ese día había pasado algo pero con solo ver el rostro pálido, con ojos hinchados y un aura deprimente decidieron no preguntarle a Haru de lo que había pasado.

Y tal como había dicho Haru, intento borrar el nombre de kambe Daisuke de su vida...

Admitía que los siguientes días se había sentido fatal, las ganas de llorar borracho en su habitación siempre estaban, pero intentaba mantenerse cuerdo alentandose a si mismo a seguir adelante.

Empezó a llenarse de trabajo, papeles, horas extras y siempre que podía cubría los puestos de sus compañeros aún si estos no se lo pedían, siempre estaba ocupado trabajando o durmiendo.

Y así continúo por un buen tiempo, todos sus amigos estaban preocupados por el, que creían que ya era momento de intervenir en el asunto. Claro de Kato no se dejó ayudar para su desgracia, y siempre ponía una escusa para evitar su ayuda. Se sentían bastante frustrados de no saber el transfondo del dolor de Haru, su más grande colega que siempre los había ayudado en todo. Hasta los de otras divisiones se habían dado cuenta como el claro ejemplo de Hoshino que también intento hacer algo por el invitándolo a salir como hacían antes como cuando Haru aún estaba trabajando con el. Haru se miraba tan devastado que hasta el mismísimo kiyomizu-san le ofreció unas largas vacaciones para que descansará, a las que Haru negó cordialmente.

Haru estaba mal....

Y hasta el mismo lo sabía, se había descuidado bastante que ya no le importaba estar siempre pálido con ojos rojos y grandes ojeras. Su cabello ya no brillaba aunque siempre se bañara y dejó de sonreír tan cálidamente como todos le amaban.

No fue hasta que un domingo después de cierto tiempo, mientras se encontraba recostado en su desastrosa cama su vista se posó en la no tan vieja foto de él hace casi un año, con todos sonriendo y disfrutando alegremente..... Con kambe junto a él...

Y fue cuando se dio cuenta que lo que hacía estaba mal...

Ese día decidió cambiar, porque si había decidido dejar a kambe era para poder amarse a sí mismo, para poder ser feliz.

Ese domingo decidió a empezar a ser feliz...

Llamo a kiyomizu-san y pregunto si podía aceptar esas vacaciones, a lo que felizmente recibió una respuesta positiva, luego decidió ordenar su antiguo pulcro apartamento, y también comer correctamente.

Y así Haru Kato empezaría su vida,

Una nueva vida