CAPÍTULO 1
¿Estás seguro de que es aquí? –le pregunté a Ten cuando bajé del auto a la noche fría de enero, sin soltar la manija de la puerta, como si de pronto fuera a abrirla del todo y zambullirme dentro nuevamente.
El bar se asemejaba más a un depósito que a un edificio, un viento fuerte sobrevolaba la construcción, frente a las paredes de metal había una gran cantidad de vehículos estacionados, y las motos superaban a los automóviles. El lugar estaba repleto, nada de líneas para indicar dónde dejarlos, cada uno por su lado, un desastre.
–Si –respondió, señalando un cartel torcido con el nombre escrito en letras de neón–. Aquí es, Paradise.
A pesar de que el nombre sonaba tierno, el bar se veía tan inocente como… bueno, no como yo.
–¿Estás seguro de que no hay otro Paradise? –pregunté. Uno que no diera la impresión de que contraerías tétanos con solo pasar por la puerta.
–Mira –se aproximó a un Lexus ubicado entre una pickup y un Pinto oxidado, su aliento formó una niebla al condensarse, el lujoso vehículo se veía tan fuera de lugar como nosotros, con nuestros jeans angostos y chaquetas de marca. Se acercó un poco más, y sus botas de tacón hicieron crujir la grava cubierta de nieve–. Es el auto de Taeyong.
Taeyong, la última obsesión de Ten y el motivo por el cual estábamos allí. Asentí, con las manos en los bolsillos de mi chaqueta, caminé junto a él con aire de que no estaba completamente fuera de mi elemento, después de todo, quería pasarlo bien, esa era mi filosofía, nada era demasiado atrevido para mí, ni siquiera un bar de motoqueros. Aun así, quise imaginarme viniendo con mis dos mejores amigos. Imposible, aunque Luhan y Kyungsoo no estuvieran ocupados con sus novios, este no era su estilo, tampoco el mio, en realidad.
En serio, no encontraría a nadie de mi tipo, a nadie con quien coquetear, y decididamente, a nadie para llevar a la residencia, tal vez alguno de la nueva banda de Taeyong podría llegar a agradarme, suspiré.
Miré a Ten en el instante en que se abría la chaqueta y con ambas manos levantaba se ajustaba su ropa demasiado atrevido. Salía con él como último recurso, pues esa noche no quedó nadie más, Luhan estaba con Kris; Kyungsoo y Jongin me invitaron a quedarme con ellos a ver una película, pero eso siempre me hacía sentir un poco solo, aislado, incluso, aunque fueran mis amigos, estaban enamorados y eso era todo lo que hacían, en cada palabra, en cada caricia, y sí, se tocaban todo el tiempo y mi presencia era lo único que evitaba que se desnudaran. Insoportable. No obstante, cuidado, si alguien tenía que estar de novios, mejor ellos que yo.
El amor significaba perder el control, y yo jamás lo perdía, actuaba como si lo hiciera, salía todas las semanas con un tipo diferente, pero estaba permanentemente consciente de lo que hacía, a cargo en todo momento. Con otro suspiro, me acomodé el pelo, hasta Key, mi compañero de salidas más reciente, tenía una cita esa noche. Todos mis amigos tenían o estaban en vías de tener novio, considerando que eso era lo último que quería para mí, solo me quedaba Ten y otros por el estilo, entre todos los chicos que conocí en esos dos años en la residencia de Dartford, no era él más agradable, pero era el único disponible, y como no soy de las que se quedan mirando el techo ni capítulos repetidos de Glee, aquí estaba, en un bar de motoqueros.
En cuanto atravesé la puerta, llegué a la conclusión de que me había quedado corto
con mi apreciación de lo que podía manejar porque, si bien el aspecto exterior de Paradise era terrible, dentro era mil veces peor. Aparentemente, nadie prestaba la más mínima atención a la prohibición de fumar y el lugar estaba envuelto en humo, mis pulmones vírgenes se resintieron y tosí, seré salvaje, pero no fumo, ni cigarrillos ni nada, lo más audaz que introduzco en mi cuerpo son burritos, marca Taco Bell, con los ojos llorosos, observé la escena.
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2. Baekhyun I.U
FanfictionEsta historia no es de mi autoría, todos son correspondientes a su autor original.