Capitulo X

147 36 0
                                    

CAPÍTULO 10

Mantuve mi palabra y me dirigí a la biblioteca, era necesario, la semana siguiente tenía que entregar una monografía sobre Historia del Arte Medieval, pude completar el borrador preliminar, al salir, me sentí libre y sin culpas, para entonces, había oscurecido, caminé por las aceras espolvoreadas de nieve, envuelta varias veces en mi echarpe para protegerme del viento. Vibró mi teléfono y lo extraje de mi bolso.

Kyungsoo: ¿Dónde estás?

Yo: Yendo a la residencia, ¿y tú?

Kyungsoo: En Lotto, con Jongin, ¿vienes?

Mis dedos vacilaron sobre las teclas. ¿Entrometerme en su salida? No, gracias, escribí.

Yo: Creo que me quedo

Kyungsoo: ¿Bromeas?

Sacudí la cabeza, al tiempo que levantaba la vista para asegurarme de no llevarme a nadie por delante, o a una pared, la acera se extendía frente a mí, ni un alma.

Yo: Estoy bien, algo cansado

Kyungsoo: Tienes que comer

Yo: Ya comí

Era más sencillo mentir, comería una barra de cereal o me prepararía palomitas de maíz en el microondas.

Kyungsoo: De acuerdo, ¿vamos juntos a clase mañana?

Yo: Buenísimo

Ni me molesté en preguntarle si pasaría la noche en la residencia o si llegaría a tiempo para ir juntos a clases, la respuesta era obvia, se quedaba casi todas las noches con Jongin, no me sorprendería que le pusiera un diamante en el dedo antes de la graduación. Sí. Kyungsoo era muy joven, pero había algo entre ellos que me hacía pensar que estaban para el trecho largo, iban en serio, era de verdad, a algunos se les da, supongo. Feliz como estaba por él, también dolía descubrir que ya nada sería igual para nosotros, no más compartir noches comiendo palomitas de maíz, hasta tarde, no más arrancarlo de sus estudios para ver televisión u ordenar una pizza. 

Esos días habían terminado, Kyungsoo no había tocado el tema, pero pronto tendríamos que solicitar el alojamiento del año siguiente, me preguntaba si él querría compartirlo otra vez con Luhan y conmigo, desde que se puso de novio con Jongin, prácticamente vivía en su casa. ¿Por qué no ahorrarse el dinero y oficializar su relación mudándose con él? 

Kyungsoo no era como yo, con un padre que le pagaba los estudios, se estaba abriendo camino a base de préstamos estudiantiles y becas. Además, trabajaba, en un hogar de ancianos, medio tiempo, y hacía de niñera por horas, cuando se lo pedían. ¿Para qué gastar en una residencia, si ahora rara vez la usaba?, la idea de perder a un compañero me provocó un fuerte dolor en el pecho, masajeé mi esternón, como si así pudiera borrar la sensación, egoísmo de mi parte, solo debería estar feliz por él.

Pasé por el patio del campus en la noche serena, una manta de nieve cubría el césped, los estudiantes, desesperados por el sol, y las chicas, deseosas de mostrar sus bikinis, estarían echados allí en la primavera, sin importarles el fresco remanente en el aire.

–¡Oye, Baekhyun!

Levanté la vista y era Ten, que venía hacia mí, estaba vestido para salir, con pantalón extremadamente pegadoy botas altas hasta el muslo, su abrigo estaba abierto y revelaba un jersey que dejaba a la vista el piercing de su ombligo.

–Hola –saludé.

–¿Adivina adónde voy esta noche? –dijo con toda naturalidad, como si nada hubiera pasado entre nosotros, como si no me hubiera abandonado aquella noche.

2. Baekhyun I.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora