CAPÍTULO 4
Inmerso en mi trabajo, perdí la noción del tiempo, había otros alumnos en el estudio, concentrados en sus proyectos, pero allí, el silencio era una regla inquebrantable, la sala era amplia, más amplia que cualquiera de las aulas en el campus, excepto unas pocas reservadas para conferencias, a través de grandes ventanales que iban del techo al suelo, la luz natural entraba a raudales, de vez en cuando, hacía una pausa y miraba hacia los jardines cubiertos de nieve prístina y dejaba que la serenidad de la escena bañara mi alma.
El taller era mi templo, un refugio sagrado, el alocado Baekhyun, a quien los muchachos solo veían como un juguete para su diversión mientras él se los permitiera, aquí no existía. ¿Él quinceañero destrozado que acudió a su madre por ayuda? Tampoco, aquí solo era yo mismo, podía ser auténtico, libre, en paz, en la tela no había amenazas; si me soltaba, no corría ningún riesgo, con el pincel mezclé varios colores hasta lograr el tono exacto de azul, pintaba sin siquiera pensar, me dejaba llevar, fluía, siempre era así, simplemente hacía.
Cuando retrocedía para considerar el resultado final, era casi como verlo por primera vez, mi teléfono vibró a mi lado, sobre la mesa de trabajo, levanté la vista y noté las sombras alargadas, afuera, miré el visor y leí el texto:
Kyungsoo: ¿Dónde estás?
Dejé el pincel, me sequé las manos con una toalla gastada, levanté el aparato y escribí.
Yo: En el taller
Kyungsoo: ¿Quieres salir? Fiesta en la noche.
Por unos instantes vacilé y pensé en responder que no, pero me quedaría toda la noche enclaustrado en mi habitación, solo, aunque podía estudiar para el examen de Historia del Arte que se avecinaba, la idea no me entusiasmaba.
Yo: De acuerdo, estoy yendo a casa.
Me puse de pie y recogí mis pinceles y la paleta, fui a los fregaderos al fondo de la sala para lavarlos, cuando mis utensilios estuvieron limpios y enjuagados, los llevé nuevamente a mi puesto de trabajo, me quité el delantal, eché un vistazo a la tela y me petrifiqué. Tenía una vaga sensación de haber estado creando algo inspirado en el paisaje invernal, pero esto era totalmente inesperado, la escena había surgido directamente de esa mañana, un par de puertas con paneles de vidrio miraban hacia un mundo cubierto de nieve y un cielo celeste y traslúcido.
Una sugerencia de cama y sábanas azules, revueltas, colores brillantes, líneas puras, en teoría, muy moderno, mi corazón estaba en lo que hacía, lo cual solo me hizo pensar en por qué habría pintado esa escena. ¿Qué estaba tratando de decirme a mí mismo? Lo único que podía ser más impresionante era haber pintado un retrato del propio Chanyeol, era evidente que todavía lo tenía en mi mente, di un paso atrás, observé el cuadro y sacudí la cabeza, tal vez lo volviera a utilizar, empezar de nuevo, utilizar la tela para otra cosa. Miré mi teléfono, casi las seis, mi estómago gruñó, presioné una mano sobre mi vientre, convencido de que se estaba comiendo a sí mismo, un recuerdo doloroso de que no había comido en todo el día, me puse el abrigo, envolví mi cuello con el echarpe y saludé con un cabezazo a Gretchen, que estaba en un puesto más allá, trabajando en un complicado collage, utilizaba una variedad de telas, hizo una pausa en la tarea de rasgar lo que parecían cortinas viejas y dijo adiós con la mano.
Salí deprisa del edificio y atravesé el campus hundiéndome en el abrigo, mientras mis botas hacían crujir el suelo nevado, parecía que la temperatura había descendido diez grados desde la mañana, al llegar, encontré mi habitación a oscuras y vacía, Luhan ya había partido, pero pude oír las voces de Kyungsoo y Jongin flotando del otro lado de la pared del apartamento, la puerta que separaba nuestros dormitorios estaba apenas entreabierta así que probablemente no estuvieran a los besos ni nada, de todos modos, golpeé antes de asomarme.
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2. Baekhyun I.U
FanfictionEsta historia no es de mi autoría, todos son correspondientes a su autor original.