Capitulo XVII

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Capítulo 17

¿Una ardilla? ¿Bromeas? –sentado en la cama, abrazado a la bolsa de Twizzlers, Luhan se sacudía de risa, según él, esos dulces eran el complemento perfecto para la comida china que estábamos comiendo y, como él estaba de duelo por una relación de cinco años, ¿quién era yo para contradecirlo? Kyungsoo estaba acurrucado a su lado, mientras yo permanecía recostada en mi cama, en la televisión daban “La ley y el orden”. Una elección más apropiada para la ocasión que las comedias románticas que daban en todos los demás canales.

–En serio. Era un hombre ardilla… enorme –para enfatizar, extendí los brazos–. ¡Y me golpeaba con su pene de roedor gigante! –me arrodillé en la cama, y Sacudí mi pelvis para ilustrar–. Parecía más una revisión corporal.

–¿Un pene de ardilla? –exclamó Kyungsoo, abriendo mucho los ojos–. ¿Y cómo era? Digo… ¿tamaño ardilla?

–No soy un experto en penes de ese tipo, pero este era más o menos así –separé las manos–. O sea que no, diría que no era tamaño ardilla.

Ahogado de risa, Luhan rodó sobre el colchón, sujetándose el vientre.

–Genial –celebró Kyungsoo, mientras se llevaba un puñado de palomitas de maíz a la boca–. Las ardillas hembras deben haber huido a los gritos al verlo venir.

–Debí recurrir a toda mi fuerza interior para no salir despavorida.

–¡Para! No puedo respirar –Luhan reía a carcajadas, tomando bocanadas de aire.

–¿Y después de eso no quisiste quedarte? –me provocó Kyungsoo–. ¿El famoso Club Kink no cumplió con tus expectativas?

–No todo fue tan disparatado –respondí, restándole importancia–. Hubo algunas
cosas –busqué la palabra exacta, recordando los sonidos que llegaban de las habitaciones en la planta alta– … interesantes para los espíritus más aventureros.

La sonrisa de Luhan desapareció. Demonios. Justo dije eso, él nos acababa de contar con más detalle las razones que Kris enumeró para terminar con él: que era predecible, poco excitante y aburrido. Cretino, y llegó a decirle que la vida sexual con él era un desastre. Kyungsoo moduló en silencio: Uhhh. Me encogí de hombros, impotente, sintiéndome mal conmigo.

–Tal vez deba ir yo –anunció Luhan con tono sombrío, recostándose sobre la pared y cubriendo su frente con el brazo–. Así aprendo cómo no ser tan aburrido.

–¿Tú? ¿A un lugar como ese? –Kyungsoo frunció la nariz.

–¿Lo ves? –exclamó él, apuntándola con el dedo–. Tú también crees que soy aburrido. 

–No. No es cierto –contradijo Kyungsoo.

–Luhan, ¿por qué querrías ir? –intervine con suavidad–. No tienes que probar nada.

–Sí –coincidió Kyungsoo–. ¿Quieres recuperar a Kris? Estás mucho mejor sin él.

Asentí, con Kyungsoo estuvimos haciendo todo lo posible durante el fin de semana para levantarle el ánimo, no escatimamos nada, fue un auténtico festival de chicos: con entrega de comida en la habitación, películas y escapadas a tomar batidos en medio de la noche. Key se sumó a varias de estas salidas, pero como tenía que presentar unos trabajos para la universidad, en la mayoría de los casos, fuimos nosotros tres solamente.

–Uf. Esta semana tendré que ir a correr todos los días –anunció Luhan, dejando los palillos chinos en una de las cajas desparramadas en el piso.

Mi teléfono vibró en el estante junto a mi cama, me estiré a buscarlo con el pulso acelerado al imaginar quién podía ser, bueno, deseando que fuera él. No había tenido noticias de Chanyeol desde que se fue esa mañana, lo que podía significar dos cosas: que había obtenido lo que buscaba y había terminado conmigo o que quería darme tiempo con Luhan, de alguna manera, sabía que él no era uno de los que usaban a la gente, y sin ningún lugar a dudas, era muy sincero, si hubiera estado a la pesca de una aventura, me lo hubiera propuesto de frente.

2. Baekhyun I.UDonde viven las historias. Descúbrelo ahora