Capitulo 7

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Después de llegar, mi padre y Melissa se fueron a dormir, a una de las tantas habitaciones que tenía la casa, por otro lado, Jordán se quedó con nosotros en la sala.

-Dime Stiles, ¿Estas estudiando?

-No. Por el momento no, todavía no domino bien el portugués, y creo que se me haría un poco difícil.

-Creo que Stiles y yo nos iremos a dormir mañana tenemos muchas cosas que hacer.

-Claro, hasta mañana Stiles, de todas maneras, si no puedes dormir ya sabes dónde está mi habitación.

-Ya me cabreaste, maldito, toda la puta noche insinuándote a mi novio, no lo voy a tolerar. -- agarre a Derek del brazo y lo jalé hacia la habitación, y cerré la puerta con seguro.

-Ya cálmate maldita sea, mi padre pudo haber escuchado.

-Y que esperabas, que lo dejara seguir con su estúpido coqueteo. Pues no, entiende que eres mío, me perteneces y eso nadie lo va a cambiar, ni siquiera él.

-No es eso, tan solo trata de controlarte sí. No quiero seguir hablando, me voy a lavar los dientes. ¿En qué puerta está el baño?

-En la derecha, la de en medio y la izquierda son los armarios.

Sin decirle nada más me encerré en el baño, quería procesar todo lo que había pasado, muchas cosas en tan poco tiempo. El cambio drástico de actitud de Derek, la visita de mi padre, los celos de Derek, las insinuaciones de Jordán. Tantas cosas me iban a volver loco.

-¿Sti necesitas que te ayude a bañar?

-No. ya voy a salir. –al salir del baño lo veo en bóxer, con la toalla en el hombro y sentado en la cama con cara de pocos amigos. --¿Y ahora qué te pasa?

- ¿Por qué no quisiste que entrara al baño?

-Porque hay algo que se llama privacidad, ¿La conoces cierto?

- ¿Desde cuándo hay privacidad entre nosotros?

- ¿A caso se te olvidó lo que paso esta tarde en la mansión de Dom?, ¿Te refresco la memoria?

-No quise causarte daño okey, estaba celoso y no pensaba con claridad.

-Eso no va a cambiar mi decisión. Me voy, ya hablé con mi padre y Melissa, ellos aceptaron.

-No. No te vas a ir a ningún lado. Y menos si ese imbécil está presente, no me da buena espina.

-A ti no te agrada nadie, además Jordán es una buena persona, que tu sientas celos de él, no es mi problema. – simplemente se quedó callado y entro al baño.

Me senté en la cama, mirando a la nada ¿Qué debo hacer? ¿Será que me regreso con mi padre a Beacon Hills? ¡Dios mándame una señal porque no sé qué hacer!

- Se te va a quemar el cerebro si sigues pensando.

- Púdrete imbécil

-Será mejor que me respetes princesita. Porque me estas empezando a cabrear, bebe. -- me dijo mientras me agarraba de la nuca y me acercaba a él.

-Pues me importa una mierda, ya te dije que me iba a ir y eso haré. Además, si quieres golpearme adelante, porque no me importa.

-Nunca te dije que te iba a golpear, de lo contrario ¿Sabes lo excitante que son los castigos durante el sexo?

-Estas jodidamente loco, ¿Sufres de pérdida de memoria acaso o de algún trastorno de personalidad? ¿Se te olvidan todas las pendejadas que me dijiste ayer o qué?

-Sí y me importa muy poco. -- se acercó a mí, me agarro de la cintura y me pego a su pecho.

-Suéltame, maldito imbécil. -- de la nada escuchamos golpes en la puerta. -- ¡¿Quién es?!

A las puertas del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora