Capitulo 9

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-Tengo que admitir que el viaje fue realmente agotador, no ciento la mayor parte de mi cuerpo.

-Te dije que tenías que quedarte allá, pero eres bien cabeza dura. -- dijo mi padre dan dome un zape en la cabeza.

-Ey tranquilo viejo. -- me queje ante el golpe.

- ¡¿A QUIÉN LE DICES VIEJO?!

-A na-nadie papá.

-Más te vale.

-Parecen niños... -- nos dijo Melissa negando con la cabeza.

-En mi defensa yo todavía soy un niño.

-Stiles... tienes 17 años, está más que claro que ya no eres un niño.

-Sí, supieran lo que haces a puertas cerradas cuando estamos solos no creerían eso. -- dijo ¨Derek¨ en mi oído en un pequeño susurro.

-Por si no lo notaste es una conversación familiar y tus comentarios fueras de lugar no vienen al caso.

- ¿Qué te está pasando tú no eres así? -- me pregunto mientras me agarraba fuertemente del brazo.

- ¿Qué te pasa a ti? Suéltame me estas lastimando.

-No me respondas lo que te pregunto con otra pregunta, detesto eso.

-Entonces tu dame mi espacio, que tengamos una relación no significa que estés detrás de mi trasero como un perro sin dueño. -- le di una mirada severa y me alejé de él.

-Me las vas a pagar. Maldito el momento en que te vi y me enamoré de ti Stiles. -- dijo en un susurro casi inaudible.

Cuando llegamos a casa el celular de papá, Melissa y Jordán empezaron a sonar y vibrar. Los tres dieron una mirada de disculpa y empezaron a responder mensajes junto con algunas llamadas.

-Lo siento hijo tengo que ir a la estación. -- mi padre se disculpó y para luego darme un beso en la frente y caminar a la entrada.

- Yo tengo que ir al hospital ¿Me llevas por favor? -- mi padre asintió y Melissa me abrazó. -- Prometo hacerte una cena muy rica cuando regrese.

-Está bien, pero no te olvides. -- ella asintió con la cabeza y salió junto con mi padre. -- ¿Tú también te tienes que ir? -- le pregunte a Jordán.

-Si Sti, lo siento, prometo que te llevare a comer al mejor lugar del pueblo cuando me desocupe del trabajo. -- me dijo mientras me abrazaba, en ese momento ¨Derek¨ me zafó a la fuerza de los brazos de Jordán.

 - ¡Suéltalo que te pasa imbécil!

- ¡Oye que te pasa! --le grite mientras me quitaba de su agarre -- No vuelvas a hacer eso. No tienes derecho sobre mí.

-Si tengo el derecho soy tu novio y merezco respeto.

-Te recuerdo que tú me faltaste el respeto al engañarme con aquella chica.

-Ya te dije que Catalina solo fue un desliz.

-Qué gran desliz tuvo que haber sido porque ni su nombre se te olvida.

-Sabes qué. ¡Si fue un maravilloso desliz, era más hermosa que tú y me daba el mejor sexo que hubiera experimentado! Y no me arrepiento de nada.

-Entonces ¿Por qué aceptaste venir conmigo? Mejor te hubieras quedado allá, con ella si tanto te arrepientes de haber vuelto.

-Vine porque me pediste, y cuando lo hiciste parecías una puta muy necesita... -- no pudo terminar la frase ya que le había dado una cachetada muy fuerte, tanto que mi mano quedo plasmada en su rostro.

A las puertas del infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora