A las puertas del infierno

Capitulo 10

Jordán llego a las 10 de la noche, mi padre seguía en la comisaria, Jordán por su parte ya había acabado su turno en la estación de policía, ahora estábamos camino al bosque por donde empezaríamos la búsqueda.

- ¿Nos separamos?

-No lo mejor es estar juntos hasta que encontremos algo más que solo su aroma. – le dije mientras bajaba de su auto – Si perdemos el olor de Derek podemos rastrear a su hermano. – le tendí una camiseta

-Esto servirá –Jordán llevo la camisa hasta su nariz y aspiro su aroma -- el aroma es más fuerte. Sígueme -- empezamos a caminar por un sendero un poco tétrico, Jordán me agarro la mano asustándome por la manera en la que me agarro la mano. – Quédate quieto, no te muevas. – yo asentí y de un movimiento Jordán agarro una flecha con la mano, de aquella flecha escurría un líquido viscoso de color rojo. --¿Qué tipo de veneno es esto? – rápidamente le hice tapar la nariz y alejar la flecha.

-Es veneno de Demonio muy difícil de conseguir. La concentración y potencia del veneno es tal que adopta un color carmesí y libera un humo que es nocivo para quien lo respire. Este veneno es tan tóxico que afecta a objetos inorgánicos como el acero y la roca, al entrar en contacto con un objetivo vivo, el efecto varía de persona en persona, puesto que algunos pueden sufrir una muerte rápida, pero otros una muerte dolorosa, ya que el veneno puede esparcirse rápida o lentamente por su sistema. Cabe señalar que el veneno producido no tiene un antídoto conocido.

- ¿Cómo es que sabes tanto?

-Me la pasaba leyendo bestiarios e investigando con Dealton.

-Cada vez me sorprendes más.

-Gracias. ¿Ya vamos a llegar?

-Si al parecer ya estamos cerca. – seguíamos caminando unos metros más hasta que Jordán paro en seco.

- ¿Qué sucede?

-Aquí se pierde el rastro.

-Déjamelo a mí. Soy muy bueno encontrando cosas. -- empecé a caminar alrededor de donde estábamos parados, buscando la diferencia de las pisadas que daba conforme me iba moviendo.

- ¿Qué estás haciendo?

-Calla, estoy buscando algo que nos pueda ayudar a encontrarlo. – di dos pasos más, hasta que escuchamos un chillido – Dime que escuchaste eso. Por favor.

-Si lo escuche, déjame ver. – me quite de donde estaba, y Jordán empezó a sacar algunas malezas de alrededor de lo que parecía una entrada – es un bunker percibo el tenue olor de Derek

-Que esperas ábrela ahora. – le exigí mientras me paraba a su lado. Jalo con fuerza aquella puerta de fierro.

El fuerte olor a sangre, hierro oxidado golpeó mi nariz, Jordán bajo primero, aquellas escaleras que parecía que una mal pisada y se romperían. 

-Baja con cuidado, te puedes caer está un poco resbaloso. – le hice caso y bajé despacio.

Lo que vi me dejó en blanco, mi cuerpo no respondía y mi corazón dolía, dolía como el mismísimo infierno, verlo en ese estado, amarrado con cadenas desde sus manos hasta sus pies, su rostro lleno de sangre y tierra, con cortadas muy profundas, la sangre seca se mezclaba con la tierra que se divisaba a simple vista, me apresuré a llegar a él y tratar de soltarlo, pero fue en vano, Derek estaba tan débil que apenas podía escuchar su respiración.

-Derek – le susurré en he oído. – Sourwolf soy yo Stiles.

-St~Sti... eres tú – me respondió abriendo apenas los ojos y con un pequeño susurro.