Sempre com você - Versión Español

Cap 1

 18 de enero de 1997.

- Dios, hoy es el día de mi soñado sí, madre, mira qué guapa estoy con ese vestido", - se gira y aprecia cada detalle de ese vestido blanco.

Doña León se acerca y le coge las manos frías, dándole confianza en ese momento.

Hija, este es tu momento. Vive y disfruta cada minuto de esta noche soñada, te deseo todo el éxito y el amor del mundo.

Lucero respira profundamente y levanta la vista para evitar que las lágrimas broten de sus ojos.

Voy a llamar a la chica, para que te retoque las pestañas, ahora vuelvo - dice mamá y se va.

En unos minutos vuelve con la maquilladora que había maquillado a la novia antes.

Lucero se sienta y comienza a retocar su maquillaje.

El exterior está repleto de periodistas y de sus admiradores que trepan incluso por las paredes de los edificios vecinos para ver de cerca la boda. 

Su llegada a la iglesia será acompañada por la caballería para que lleguen sanos y salvos - dice eufórico Antonio.

Dios mío, qué emoción. Sin duda, este es el mejor día de mi vida. Manuel y yo tomamos la decisión de televisar, porque sabíamos que miles de fans querrían ver mi boda y de esta manera formarán parte de ella. - Dice emotiva Lucero

La chica que estaba maquillando a Lucero acabó chocando con su brazo y derramando un poco de pintura de pestañas negra sobre su vestido.

Dios mío, Lucero - dice nerviosa, - Dios mío, puedo limpiar esto, soy tan torpe. - Coge un paño y trata de limpiarlo.

Mamá: Lo vas a estropear aún más - Le quita el paño de la mano.

¿Qué vamos a hacer? - Lucero dice con pánico - No puedo casarme con esta mancha negra.

Sin decir nada Antonio se va en busca del estilista que le ha hecho el vestido, volviendo en unos minutos.

Lucero querida, en este caso aprovecharé y completaré una florecita de encaje encima de la sucia, es algo rápido y terminaré en unos minutos - dice agachándose y comenzando el proceso.

¿No será extraño? - pregunta Lucero.

No, como la suciedad era pequeña se puede disimular.

Al final, Lucero da un suspiro de alivio y vuelve a sonreír. Mamá vino trayendo su velo y se lo puso encima de la cabeza.

El padre de Lucero llega a la habitación y al ver a su hija con su vestido de novia, siente que se le humedecen los ojos. Se acerca a ella y le besa la frente.

Lucero es llevada a la iglesia donde se celebraría la boda, en el camino podía escuchar los gritos de los eufóricos fans, el flash de las cámaras, los innumerables periodistas dispersos en las calles. Alrededor de las 6:30 p.m. en punto llega. Manuel Mijares ya estaba sobre sus piernas, esperando que se abriera la enorme puerta. La música de la novia sonó y junto a ella las campanas, avisando de que había llegado, sus corazones estaban a punto de salirse por la boca en ese preciso momento, Mijares temió perder el control sobre sus piernas y cayó allí mismo, respiró hondo y se concentró en esperar a que la puerta se abriera.

Y allí apareció, vestida de novia. Con un inmenso velo, un vestido blanco. Ella agarraba con fuerza la mano de su padre y miraba hacia delante, emocionada, viendo allí al amor de su vida.

La ceremonia comienza y pronto se intercambian las alianzas. Y finalmente el beso apasionado.

Todo el mundo vibra y aplaude cuando los novios salen hacia el salón de baile. Lucero siempre se tomaba de la mano con Mijares e intercambiaban besos, bailaban y cantaban.

Amor, vamos a bailar el baile del perrito todo el mundo va a bailar - dice Lucero colocando su vaso en la mesa.

Me apunto - Mijares se ríe y se levanta.

Pronto empieza la música y todos van al mismo ritmo.

Al final todos vuelven a sus rincones riendo. Mijares ya estaba rojo de tanto reírse durante el baile. Aprovecha la situación y se lleva a Lucero a un rincón oscuro y vacío del enorme colegio de las Vizcaínas 

Le rodea la cintura con las manos y la atrae hacia un beso necesitado. Se quedan allí durante mucho tiempo disfrutando de cada sabor del otro.

Lo eres todo en mi vida reina - susurra  y Lucero se lleva las manos al cuello.