13. La chica del vestido de flores.

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{Maratón 3/3}
Clarke's POV.

No. No. Simplemente no.

Apagué la alarma y me levanté, tallándome los ojos.

¿Cómo era posible que los lunes en la mañana fueran tan horribles?

Me metí a bañar, quejándome mentalmente de la escuela para o quedarme dormida. No había dormido nada en los últimos días.

No podía continuar así.

El agua caliente contra mi cuerpo me relajaba, me daba una sensación de seguridad... Me sentía caer en los brazos de Morfeo y la verdad es que no me importaba. Lo necesitaba.

Abrí los ojos y me encontré con unos ojos azules, llenos de brillo y amor.

Era obvio que era un sueño. Esos ojos azules nunca me quisieron.

Oí una risa detrás mío y me encontré con una chica de pelo negro una sonrisa brillante. Era yo.

Era ésa yo.

Traía un vestido de flores y el pelo suelto, signo de que todavía no me traicionaba el chico que tenía enfrente.

Me aparté, totalmente alterada por tenerlo tan cerca mío, pero mi yo antigua seguía allí, mirándolo como a un dios.

Qué tonta.

De repente, ella se congeló y Lance sólo rió, ahora mirándome.

-Pequeña Clarke, pequeña e inocente Clarke -rió y tomó mi mentón, haciendo que lo mirara-. Todavía no aprendes, ¿cierto?

Evité mirarlo a los ojos y respondí con el tono más frío posible.

-¿A qué te refieres?

La chica desapareció y ahora aparecí yo, con lágrimas en los ojos y sollozos saliendo de mi boca.

Me tensé.

-Ellos harán lo mismo, ¿sabes? -me sonrió mostrando sus dientes-. Te usarán y luego te se desharán de ti, tal como yo hice.

Apareció Jack, mirándome con su ceja alzada y su sonrisa de lado. ¿Qué hacía él aquí?

-Oh, no. ¿En serio creías que alguna vez ibas a pertenecer con nosotros? -rió sarcásticamente, de esa manera en la que sabes que quiere herirte-. ¿Así de patética eres?

Apreté mis puños y justo cuando estuve a punto de darle un puñetazo, desapareció y en su lugar llegó una Katherine muy sonriente y radiante.

-No es posible que caigas una y otra vez en la misma trampa, Clarke -rió y jugó con las puntas de su cabello-. Nunca aprendes, ¿verdad?

Reprimí mis ganas de maldecir y echarme a llorar, porque era eso lo que Lance quería. Verme en el suelo, donde pudiera pisarme.

No le iba a dar el gusto.

Unos ojos azules brillantes me miraban con diversión y repulsión, cosa que hizo que me pusiera roja de rabia.

-No puedo entender como una chica... -me miró con asco-. Como tú pudo haber llegado hasta aquí. Debiste de haberte quedado abajo, donde perteneces.

Me empujó y caí, arrastrándome para atrás. Podía sentir la adrenalina y la ira correr por mis venas.

Estaba a punto de explotar. O de morir de un infarto.

Una risa se oyó y mis vellos se erizaron, comprobando mis temores. Todo estaba perdido.

Era Allison.

Sus ojos estaban llenos de rencor y crueldad, haciéndome temblar. ¿Por qué era tan débil a su lado? ¿Por qué me sentía como si no valiera nada a su lado?

-Ay, cariño. ¿En serio creíste que podías huir de mí? -pisó con sus tacones de 5 centímetros mi brazo, haciendo que soltara un grito-. Tú bien sabes de lo que soy capaz.

Todas las imágenes de lo que había vivido con los chicos, que hace unos momentos me habían hecho sentir como basura, se mostraban ante mis ojos.

Desde el primer día que me notaron hasta el último que nos habíamos visto.

No podía más.

Cerré los ojos, dándome por vencida. Por más fuerte que quise ser, no pude. Soy la misma de siempre, me dije...

-¡Clarke! ¡Es tarde, corre! -el grito furioso de mi madre me regresó a la realidad.

Oh, gracias, sabia y gruñona mamá, eres grande.

-¡Enseguida!

***

Terminé de cepillar mi cabello y suspiré. Me había apurado demasiado y ahora debía esperar a mi mamá, que mala suerte.

Traté de entretenerme con cualquier cosa, para evitar pensar en mi sueño. Me aterraba pensar en ello.

-¡Clarke, ve por tu hermana! -se oyó el grito de mamá y maldije en voz baja.

-Enseguida -murmuré.

Me dirigí hacia la habitación de Emma y toqué, siendo la hermana respetuosa que ella nunca sería.

-Ya voy -susurró Emma al otro lado de la puerta.

Abrí la puerta y la encontré acostada en la cama, con el celular en mano y el rostro sonrojado.

Al verme, bloqueó su celular y evitó mirarme, sonrojándose más.

-¿Con quién hablabas? -arqueé una ceja, mirándola divertida.

-Con n-nadie -murmuró jugando con sus dedos.

Ella podía a veces ser la persona más tierna del universo. Sólo cuando quería.

Me crucé de brazos, sin creer una palabra de lo que decía. Sabía que, al final, me contaría todo.

Mordió su labio, unos segundos después, soltó todo.

-¡Es Drew! Sí, Drew McQuoid -se sonrojó y tapó sus ojos, evitando mi mirada.

Yo sólo podía pensar en el Alex de mi sueño, diciéndome patética.

Y, no sé por qué, en los brillantes y malévolos ojos azules que no dejaban de verme en mi sueño.

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Sé que les prometí esto hace 3 meses y 3 días, pero le iba a poner relleno y no. Está mejor así, lo prometo. 😊

Bueno, gracias por su apoyo, en serio. Nunca creí que fuera a llegar a tener tantos leídos, votos y comentarios. Muchísimas gracias. 🙈

Estoy siendo algo apresurada pero... ¿Qué pasaría si les dijera que haré segunda parte? 😳

Bueno, no sé cuándo subiré, pero trataré de hacerlo pronto, dattebayo. 😊

Mari. 🐠

Una aventura entre clases.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora