9. ¿Algún problema con eso?

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[Foto de Alex en multimedia]

Alex's POV.

Dejé el libro en la cama, me senté y solté un sollozo de mentira. ¿Que se supone que debía hacer ahora? Mi vida se había acabado con ese libro.

Aquí yace Alex McQuoid, junto a The Blood of Olympus, el final de lo que comenzó en Percy Jackson y el ladrón del rayo.

Tapé mis ojos y me dije que debía de dejar el drama a un lado, juntarme mucho con Katherine había comenzado a afectarme.

Pero no podía parar, ¡el final me había matado! ¡Es decir, aahh!

-¡La comida está lista, chicos! -dijo la voz de mi madre desde la cocina.

Me levanté y oí unos pasos apresurados en la escalera. Reí, Drew todavía parecía un niño aunque tuviera 15 años.

Bajé y fui al comedor, donde estaban ya sentados Drew y mi mamá, comiendo de sus respectivos platos.

Me senté en mi lugar y traté de concentrarme en mi comida, pero me resultó inevitable voltear a los asientos vacíos. Hacían que el comedor pareciera deprimente; y lo era.

Mi mamá carraspeó, haciendo que apartara mi vista de esas sillas llenas de polvo. Drew también volteó; al parecer no era el único recordando los viejos tiempos.

-¿Ya hicieron la tarea? -preguntó ella.

Asentí, a pesar de que fuera viernes, nunca dejaba nada a ultima hora.
Mi hermano también asintió, tragando de su vaso de agua. Mi mamá abrió los ojos como platos, mirándome de reojo.

Drew se dio cuenta de ello -por supuesto, no era tonto- y rodó sus orbes azules suspirando.

-Sí, hice la tarea un viernes. ¿Algún problema con eso? -dijo en un tono harto.

Mamá trató de salir del shock, tomó agua y comenzó a toser. Alzó sus brazos levantándose, se había ido el agua por el otro lado.

Me levanté dispuesto a ayudarla, pero ella se apartó alzando su pulgar diciendo que estaba bien. Me acerqué a ella, pero dejó de toser.

-Ya, lo siento -se sentó de nuevo.

Me senté, alzando una ceja. Mamá tosió levemente y sonrió inocentemente al sentir mi mirada de desaprobación.

A veces parecía que cambiábamos papeles y yo me volvía el padre que quería proteger a su hija de todo.

Si algún día tengo una hija, le deseo suerte.

-Y, ¿no saldrás hoy? -preguntó mi mamá, mirando a Drew.

Él tenía la vista clavada a su plato, como si le estuviera diciendo cosas que no podía repetir.

-No -dijo seco.

Algo andaba mal.

Mamá y yo nos miramos de reojo, discretamente di un suave golpe con mi cuchara al plato.

Era un lenguaje que habíamos inventado desde el incidente y que usábamos para que Drew no se enterara de nada.

Sí, suena muy manipulador, pero sólo lo hacíamos por su bien.

Y acordamos silenciosamente en qué descubriríamos que pasaba.

-Bien... -dijo Drew todavía con la mirada en su pollo.

Busqué cuidadosamente las palabras indicadas, no quería explotar una bomba. Quería saber que pasaba.

-Y... ¿Todavía te llevas con Thomas? -dije tranquilamente, dando un bocado a mi pasta, soy lento comiendo.

Una aventura entre clases.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora