Cuando dejes de recordarme. ©

Perder.

Un día me verás a los ojos
y sabrás que me has perdido.
Un día encontrare la fuerza que me falta,
mi garganta dolerá del infinito ruido
que hará mi alma al quebrantarse.
Un día me verás a los ojos
y entenderás que no soy la misma.
Entenderás que también necesité ser amada
cuando no estabas,
cuando rogabas que dijera lo que pensaba
y me negaba
por miedo al rechazo y a la discusión.
Un día verás mis ojos lagrimosos
y sabrás que la batalla estará perdida.
Sabrás que no tiene caso
que siga luchando
si mis piernas no se mantienen
y tengo más heridas sangrando
que sanando.
Un día me verás a la cara
y me pedirás perdón.
Perdón por los gritos
y las veces donde quise hacerme
cada vez más pequeña
por todo lo que salía de tu boca.
Por las veces que me taladré la cabeza
pensando que la culpa era mía.
Un día me verás a la cara
y llorarás.
Porque solo quería una madre
que estuviera ahí, sin importar.
Porque solo quería un padre
que no me gritara sin razón,
ni me dijera "anoréxica"
como si no doliese.
Porque solo lo quise (necesitaba)  a él,
mi amado,
cuando planeaba irse
y yo no podía hacer nada para detenerlo:
no era nadie para hacerlo.
Porque quise que los muertos volvieran
solo para decirme que sola no estaba,
no aún.
Porque quería dejar de sentirme abrumada
cada noche
porque no vivía para mí.
Un día me verás simplemente
para comprender
que en esta batalla lo único que hicimos
fue perder.