Sombras.

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Ira, fastidio y veneno.

Tres palabras que juntas y alojadas en un solo organismo, significaban destrucción y caos.

Y entonces el ser humano quiso ocultarlas, como lo peor del mundo, y que solo se estaba bien si se era feliz. Joder, qué manera de tapar el sol con un dedo.

Y yo me sentía infeliz, cansada y capaz de mandar todo a la mierda.

Ya me conocía y sabía hasta dónde era capaz de llegar, y no me importaba en lo absoluto. ¿Sería necesario romper las reglas para lograr respirar? Porque desde hacía ya un tiempo que las cosas que estaban mal me hacían sentir viva.

Porque en una vida donde te acoplabas o te jodías, me gustaba más la idea de joderme, pero a mi manera.

Y ya no quería vivir bajo la sombra de alguien más.

Cuando dejes de recordarme. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora