Obsession [ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋ]

🐰Capítulo 14🐰

Los rayos de sol seguían esparciendo su luz con más potencia llegando un momento a ser realmente insoportable para mí, por lo que, abrí los ojos.

Y todos los recuerdos de ayer me golpearon. Uno tras otros.

"Sigues secuestrado". Susurra mi conciencia.

"Y también tuviste un muy buen orgasmo, conejito".
Volvió a recordarme logrando así que me sonroje.

Espera, ¿Qué?

¿Tuve un orgasmo? ¿Y cómo es eso de que sigo secuestrado?

Traté de moverme pero unos brazos presionando con fuerza mi cintura me lo impidieron. Volteé la cabeza hacia la derecha y terminé topandome con el perfecto rostro del profesor taehyung…

Oh, no.

Esto no puede estar pasandome.

No podía estar pasando que mi corazón se acelerara tan rápido como si estuviera corriendo en algún maratón o que me haya puesto nervioso de repente por solo verle. Odiaba esto.

¿No se supone que debería odiar al secuestrador? ¿No se supone que debería intentar escaparme o robarle las estúpidas llaves para soltarme de estas esposas?

Entonces, ¿por qué no solo lo hacía? ¿Por qué actuaba como sumiso y dejaba que el me hiciera tener un orgasmo?

Por miedo.

Claro, miedo. Le tenía miedo. Demasiado miedo.

Esa era la respuesta, ¿no?

—Conejito…—la voz ronca de taehyung me sobresaltó—. ¿Qué hace despierto tan temprano? Venga aquí a acurrucarse conmigo.

—¿D-disculpe? —mi voz salió como un chillido.

Pues, no podía creer que me estuviese hablando de usted cuando el no lo hacía.

—¿Sorprendido? Ah, cierto. No te dije… es que tengo como un jodido fetiche con tratarte como lo que eres, un chiquillo.— Sonrió.

Levanté una ceja mirándole con incredulidad y trate de apartarme un poco de sus brazos. Necesitaba salir de aquí. No podía dejarme envolver por las estúpidas emociones o los juegos mentales que tenía el profesor Kim contra mi, yo era más fuerte que esto. Y el amor de mi padre y el deseo de verle era más grande que cualquier cosa que empezaba a pasar con respecto a Kim, por eso…

Decidí ganarle en su propio juego.

El tipo estaba obsesionado. Había visto varias películas y series sobre este tipo de obsesión “amorosa”. Él sin duda alguna era un psicópata o tal vez sociópata, pero alguien con personalidad normal no era. Planeó esto con anticipación, ya sabía qué hacer y seguramente analizando todo lo demás… sabía todo, absolutamente todo sobre mi.