Capítulo 7 | La cita

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Declan

Tengo media hora antes de ir a recoger a Mad a su casa. Como sé que la chica es puntual y aquella vez cuando llegué tarde al parque no me fue muy bien que digamos con ella; salgo de mi habitación ya preparado para asistir a la cita no cita de hoy. Si me entendieron ¿verdad? Quise decir que no es una cita real.

Bajo las escaleras de dos en dos. Encuentro a mi padre sentado en el sofá. ¿No llegaría más tarde? Parece que acaba de llegar porque tiene su traje puesto. Mueve sus dedos rápidamente sonre la laptop que tiene en su regazo, siempre trae el trabajo a la casa, no tiene tiempo para nadie más ni siquiera para él.

Como si pudiera oler mi presencia, pregunta:

—¿Para dónde vas? —no me ha mirado y sabe que saldré de casa.

¿Te importa siquiera? Quiero responder pero no lo hago. No quiero tener problemas con él, ya he tenido muchos, por ahora solo quiero evitar conflictos.

—Saldré un rato —es lo que respondo.

—Se que saldrás pero, ¿adónde? —vuelve a preguntar, serio. Ésta vez si me mira.

—Hijo, ¿vas a salir? — pregunta mi madre saliendo de la cocina. ¡Me ha salvado!

—Saldré con una amiga.

—¿Con Sun Hee? — pregunta con interés mostrando una sonrisita.

Sun Hee es mi mejor amiga. No la he visto desde hace tres días. Nunca había pasado tanto tiempo. Hoy pude hablar con ella y me dijo que estaría con ese patán que llama novio. Derek, un chico totalmente opuesto a los que decía Sun Hee que le gustaban. Es un chico malo, el típico rompecorazones, con chicas detrás haciendo fila para estar con él.

Le he advertido de el pero no me hace caso y ahora lo que queda de mi es que cuando le rompan el corazón debo estar para ella y seguir intentando que se fije en mí.

—No —le respondo a mi madre negando con mi cabeza —. Con alguien más. Pero se me hace tarde así que ya me voy.

No quiero dar explicaciones. Por eso camino rápido hacia la puerta para irme. Escucho como mi madre me dice "cuídate" y cierro la puerta detrás de mí.

Mi madre es del tipo cariñosa pero debajo de todo eso hay una mujer realmente estricta que si no haces lo que ella quiere, puedes meterte en muchos problemas. Tal vez por eso mi padre y ella están juntos, los dos son iguales exceptuando que mi padre no es tan cariñoso.

Enciendo mi auto y arranco camino a la casa de Mad. La chica me ha dado su dirección. Si tuviera su número de teléfono le avisará que voy llegando pero no quiso dármelo, según ella ya es mucha confianza.

Estaciono el auto frente a la casa y bajo de este para tocar el timbre. La noche está un poco fría. Llevo mis manos a mi boca para darles un poco de calor y luego las froto antes de tocar.

—¡Voy! —grita la chica desde adentro.

La puerta es abierta y me sorprendo por lo que veo. Una Mad totalmente distinta a la que va al instituto. Normalmente usa pantalones desgastados y camisas holgadas pero ahora es diferente. Trae puesto un vestido turquesa no muy ajustado a su cuerpo un poco más arriba de sus rodillas. ¡Y si tiene cintura! Creí que no tenía pero ahora veo que su ropa esconde todas sus curvas. No lleva tanto maquillaje solo un poco de brillo labial. Su cabello castaño a los lados de su cara.

Realmente Madison es muy linda.

—¿Ya acabaste de analizarme? — pregunta la chica haciendo que vuelva a la realidad.

—Me sorprende tanto verte con vestido. Nunca lo había hecho.

—Ah, pues hoy es tu día de suerte —. Toma su chaqueta y se la pone—. No siempre uso pantalones. Además, los vestidos los uso solo para ocasiones especiales.

Sonrío de lado.

—¿Estás diciendo que esta es una ocasión especial? — bromeo.

La chica hace una mueca con sus labios que me hace reír.

—No eres más idiota porque no puedes —dice negando —. Y ya vámonos que debemos regresar antes de las diez.

Cierra la puerta y caminamos hacia el auto. Estoy a punto de abrirle la puerta cuando se me adelanta y la abre ella misma.

—Eso no está en la lista. Mejor guárdalo para tu amiguita —dice para luego entrar en el auto.

¿Porqué la agresividad? Solo quería ser amable. ¿Acaso fue infeliz de pequeña?

Rodeo el auto y subo, lo enciendo y arranco para ir a nuestro destino. Diez minutos después estamos en el lugar que tenía planeado, un pequeño pero muy bonito restaurante.

Bajamos y caminamos hacia la entrada. Dejo que Mad entre primero. Ésta me da una mirada la cual no entiendo que significa. Sigo tratando de ser educado.

Dentro, el ambiente es acogedor. La melodía de la música hace que uno se sienta relajado por eso me gusta venir aquí. Al sentarnos en una de las mesas enseguida llega una chica a anotar nuestros pedidos. Mad pide primero y luego yo lo hago. La camarera se retira y mi mirada cae en la castaña frente a mí. Ella está recorriendo todo el lugar con su mirada.

—¿Alguna vez habías estado aquí? —le pregunto.

Niega.

—No. Es la primera vez. ¿Como es que conoces este lugar?

—Vengo a veces con mis amigos. Es tranquilizador estar aquí.

—Si, ya veo —dice asintiendo.

—¿Tienes amigos? —. Ella levanta una ceja —. Perdón pero siempre te he visto sola.

Voltea sus ojos y suspira negando.

—Si tengo amigos —responde—. Solo que no viven aquí. Tal vez conozcas a una.

—A ver. Dime su nombre.

—Blake Thompson.

—La chica risueña —recuerdo—. Sé quién es.

La castaña asiente sonriendo dándome la razón. La camarera trae nuestra cena y comenzamos a comer porque aquí hay mucha hambre. El tiempo transcurre mientras comemos y conversamos de cosas triviales hasta que ya es hora de partir.

El viaje se regreso se ha hecho corto. Mad se ha tomado la confianza de poner una música y luego tararearla. Algunas veces hacía movimientos con su cabeza bailando y cuando la miraba me llamaba 'idiota' mientras me burlaba de ella.

Aunque malhumorada también es graciosa sin darse cuenta.

—Gracias —dice cuando llegamos a su casa—. Te doy un diez de diez por hoy.

Yo río y ella me imita.

—También la pasé bien contigo, Mad.

Me da una sonrisa.

—Ahm, entonces buenas noches —dice y baja del auto.

—Hasta mañana —digo. Me da un asentimiento y levanta su pulgar.

Me he dado cuenta de algo: la chica es diferente a como aparenta ser.

30 días para ser un Novio "perfecto" | En ProcesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora