»Seis.

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-¡Joder, papá! ¡¿No puedes tocar antes de entrar?!

Grité molesto, tirando disimuladamente el brasier de __________.

-Lo siento hijo, queria saber si haz visto a __________, pensé que estaba en la sala, pero al parecer se fue.

Suspiré nervioso.

-¡¿Y me lo preguntas a mí?! ¡¿Crees que me importa esa bruja?!

-Comportate, ya hemos hablado de esto Ross.

Dijo para luego salir de mi habitación.

Me acerque a la puerta y la cerré con llave.

Voltee juzto cuando __________ salía de abajo de la cama.

-¡Eso dolió, idiota!

Susurró algo molesta.

-No creo que duela tanto...

-Me votaste al piso.

-Por algo bueno, si no lo hacia, mi padre nos hubiera descubierto.

Suspiró ondamente.

Observé sus deliciosos pechos que aún estaban desnudos.

Me acerqué a ella y acaricié su cintura.

-¿Qué tal si seguimos...

Ella se separó rápidamente.

-¿Vos estás loco? Nos escucharán.

Reí y negué con mi cabeza.

Besé su hombro suavemente.

-No hagamos mucho ruido, entonces...

Susurré sobre su oreja.

Mordí su lóbulo.

-Ross...

Junté sus labios con los míos en un calmado beso.

-Solo disfruta.

Le guiñe un ojo y la recosté en mi cama.

Me puse sobre ella. Mirando sus bonitos ojos color azul.

Tenía una belleza inigualable.

-Eres preciosa...

Volví a susurrarle besando su cuello.

Mis manos fueron a sus braguitas y se las quite en un ágil movimiento.

Me quité el boxer. Busqué en el bolsillo de mi pantalón el condón que había comprado hace unas horas.

Me lo puse y me puse sobre ella nuevamente.

Abrí sus piernas y entré en ella.

-Mier...

La callé con un beso feroz.

___________ mordió mi labio y tiró de el haciendome gemir.

-Mhn... 

Ronronee comenzando a embestir.

Con mucho cuidado de no hacerle daño. 

-Dios Mio Ross...

Sentí que clavo sus uñas en mi espalda.

Gemí.

Me producia algo de dolor, pero no dejaba de ser delicioso.

Besé su nariz respingona mientras embestía.

-¡Oh!

Gemí moviendo las caderas en círculos.

-Estás muy estrecha...

La madrastra | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora