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-Narrador-

Bajaron del Griffon en un pequeño claro.

A diferencia del mundo humano, el color del cielo del inframundo es de color púrpura. Era extraño para Issei, pero le daba una sensación de alivio. Issei sintió como Rias le tocaba la mejilla, mientras él observaba el cielo.

—Eres un tonto —dijo Rias, puso una sonrisa amarga.

Rias parecía tener una expresión de alivio. Podría— ser porque al fin fue liberada de ese dolor.

—Si, soy un tonto —dijo Issei, tomando la mano de Rias.

Issei mantenía una sonrisa en su rostro, posó su mirada en los ojos de Rias. La chica se ruborizo al ver a Issei con tan linda sonrisa en el rostro, no pudo evitar tomar a Issei entre sus brazos, haciendo que la cabeza del pelirrojo descanse en su pecho.

—Los latidos de tu corazón... son relajantes —dijo Issei, en un tono sereno.

Rias sonrió un poco, pero después esa sonrisa se dehizo.

—Es posible que hayas roto este compromiso —dijo Rias, un poco triste—. Sin embargo, habrá más compromisos, ¿sabes? 

—No me importa —dijo Issei cerrando los ojos, concentrado en los latidos del corazón de Rias—. Peleare con todo el inframundo si es necesario, no importa de quien se trate.

—¿Incluso si son mis padres o mi hermano? —preguntaba Rias, con suavidad.

—Me enfrentaría hasta los mismos dioses— dijo Issei como respuesta.

Rias dejó libre a Issei y ambos se tumbaron en el pasto. Se quedaron viendo el cielo del inframundo durante unos minutos en un silencio muy relajante, escuchando de vez en cuando el ruido generado por un pequeño animal.

Rias observó durante unos segundos a Issei. No pudo evitar sonreír al verlo, todo lo que ocurrió en la ceremonia se fue de su mente ante la idea que apareció en sus pensamientos.

Ella sonrió. Rias comenzó a acercarse para acariciar el pecho de Issei, haciendo que el chico se sintiera sorprendido, pero despertando algo en él. El pelirrojo supo qué hacer en ese momento, recordando esas dos ocasiones previas con su novia.

Tomando una mejor posición, ambos se vieron a los ojos. Issei comenzó a acariciar el cuello de Rias, haciendo que se sonroje y sonriera. Ella hizo lo mismo, acercándose a Issei y exhalando un poco de aire en uno de los oídos de Issei.

—Ri... Rias~

Rias había descubierto el punto débil de Issei. Cada que pasaba uno de sus dedos por las orejas de su ahora víctima, podía sentir como se la masculinidad de Issei se endurecía.

—Fufufu, ise~

—Aquí nadie nos va a escuchar, podemos ir tan lejos como queramos —dijo Rias, acomodándose un poco.

Sentía cada parte de su novio, y no podía sacarse de la cabeza esa forma de pelear de Issei. Le fascinaba tener esa imagen impresa en su mente. Ella recorrió su mano por todo el torso, espalda y apretó el trasero de Issei. Ambos estaban teniendo dificultades para respirar, pero eso no le impidió a Rias tomar una de las manos de Issei y llevarla a sus pechos. Mientras ella metia su mano en los pantalones de Issei.

Él se dejó llevar por las intenciones de Rias, era ella quien ahora había tomado el control de las cosas. Estaba sentada con las piernas abiertas en el regazo de Issei, abrazandolo con un brazo, que terminó en la espalda de Issei, sintiendo como la suave mano libre de Rias recorría cada centímetro de ella. Volvieron a besarse, de forma tan apasionada y romántica que se estaban quedando sin aliento.

HighSchool DxD: El Heredero OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora