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-Narrador-

Issei se quedó observando a la nada durante un poco más de veinte minutos. En ese tiempo Rias pidió una explicación de lo que estaba sucediendo, estaba confundida, pero al ver el estado en que se quedó Issei, eso la preocupo y decidió tomar cartas en el asunto.

Se aseguro tranquilizarse un poco, no quería cometer una estupidez o algo que empeorara las cosas. Sirzechs vio como Rias se ponía de pie y después de dar unos pequeños pasos, escucho a su pequeña hermana.

—Hermano, ¿puedes explicarme que está sucediendo?

—Es algo muy complicado, Rias, pero debes entender una cosa —dijo Sirzechs con un tono serio—. Sea lo que sea que tengas con Issei, deben terminar ahora.

—Quiero que lo expliques ahora

—Vamos a calmarnos, por favor —dijo el mayor en la habitación—. Sera algo cansado, así que por favor espera unos momentos.

Mientras los dos hermanos pelirrojos charlaban, Issei se recuperó y se fue a la cocina seguido de su madre, Miki. Issei abrió la llave y se lavó la cara con agua fría, para regresar a sus cinco sentidos, Miki lo ayudo un poco y le dio una pequeña toalla para que se quitara el exceso de agua.

—¿Estas bien, mi niño?

—Estoy bien... Es solo que... Es muy repentino.

—Eso lo que se cariño, pero por favor —dijo Miki abrazando a Issei—. Dale una oportunidad de aclarar las cosas. Estoy segura de que pueden arreglar lo que sea que este pasando.

—Eso lo dudo mamá... Creo que hice algo malo —dijo Issei rompiendo el abrazo, para acercarse al lavabo y ver su reflejo—. No, estoy seguro de que hicimos algo muy malo, Rias y yo.

—Por favor, hijo. No creo que sea tan malo —dijo ella tratando de aligerar las cosas.

—Mamá... Si él es mi padre, entonces... Creo que me acosté con mi tía —dijo Issei sintiéndose un poco mal.

—Oh, eso es malo —dijo Miki con un seriedad—, ¡¿Eres consciente de lo que hiciste?! ¡Estas diciéndome que te acostaste con la hermana menor de tu papá!

Issei solo asintió un poco temeroso de la actitud de su madre, luego recibió una estruendosa cachetada que le dejó una marca en el rostro.

—¡¿Sabes que tan malo es esto?! ¡Si tu padre descubre eso, ten por seguro que no meteré las manos al fuego! —Miki estaba muy enojada—. Es un acto inmoral lo que hiciste, ¿qué pasa si queda embarazada?

—Créeme que ya lo es —dijo Issei volviendo a lavar su rostro—. No necesitas decirme lo obvio, mamá. ¿Qué pasa si queda embarazada? Pues me haré cargo de ella y del bebé, porque es lo que un hombre hace.

Miki le dio un golpe a Issei en la cabeza. El pelirrojo no hizo protesta alguna, sabía que se merecía el golpe.

—Ya arreglaremos esto más adelante, estúpido jovencito.

Issei estaba un poco irritado. Eran muchas emociones para tan poco periodo de tiempo, así que decidió quedarse en la cocina con su madre mientras, Rias y Sirzechs estaban en la sala, charlando de algo.

—Entonces, tú y la señora Hyodo se conocieron cuando tú y Onee-sama tuvieron una pelea.

—Exacto. En esos momentos Grayfia y yo pasamos por un momento muy tenso en nuestro matrimonio y peleábamos casi diario —dijo Sirzechs mientras recordaba esos años—. Fue realmente duro, y cuando no soporte más, me fui al mundo de los humanos.

«Arregle que mandaran todo mi trabajo a una de las propiedades que tengo bajo mi nombre, así que con todo listo me dispuse a descansar un poco de los problemas de mi matrimonio. Se que puede sonar egoísta, pero fue Grayfia quien sugirió darnos un tiempo, así que acordamos hacerlo y tomamos caminos separados, ella fue a casa de nuestros padres para pasar tiempo con mamá.

HighSchool DxD: El Heredero OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora