03. Plan De Escape.

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- ¡MIERDA!.

Grita. Rompe. Llora.

No le importa si alguien escucha, solo necesita liberar dolor.

- Emilio, detente, vas a hacerte daño.

Le detuvo antes de que arrojara el último adorno de cristal, abrazando por la espalda a su mejor amigo, doliendole al sentir como se derrumba y hace que ambos caigan al suelo, el sonido de su llanto le desgarra el corazón.

- Soy un imbecil, nunca debí acercarme, nunca debí ir por él.

Habla entrecortado, Diego entiende los motivos, él también estuvo en esos zapatos, tener que soportar todo por Melissa, sufrir en silencio mientras observaba como Dahmer la tocaba, querer agarrar del cuello a ese idiota y asfixiarle hasta la muerte.

- No puedo permitir que lo toque. Tengo que hacer que quede libre.

Esas palabras hicieron que soltara a Emilio para poder mirarle, frunció su ceño, Emilio estaba completamente loco si pensaba en escapar, sobretodo después de ver lo que pasó con él cuando intentó liberar a Melissa.

- Hombre, estás loco, no hay manera de hacerlo, Dahmer...

- Tenemos el plan, Diego. Solo es modificarlo para que no pase lo mismo, por favor... Ayúdame... - Suplicó, realmente le dolía que Joaquín estuviera ahí, las horas son contadas para que Dahmer empiece a torturarlo.

- Emilio, yo... Entiendo que quieras hacerlo, ese bastardo es capaz de buscarlo hasta por debajo de las piedras, no quiero que sufra como Melissa, tú mejor que nadie sabes de lo que es capaz. Además, ¿De cuánto tiempo disponemos?.

- 24 horas para que lo entregue.

- Joder... - Diego miró el dolor en los ojos de Emilio, suspiró y lo pensó por unos segundos - De acuerdo, lo haremos, el tiempo es poco pero lo vamos a lograr - Sonrió un poco, sintiéndose tranquilo al ver cómo un poco de esperanza se refleja en el rostro de Emilio.

- Gracias, hermano - Atrajo a Diego en un abrazo fuerte, después de un momento así se levantaron y tomaron asiento sobre el sillón - Ahora debo decirle lo mismo que le dijiste a Melissa - Contuvo sus lágrimas, debe mantenerse fuerte.

- Será difícil, ¿Podrás hacerlo?.

- ¿Por qué crees que solo llegué a destruir todo?, Me preguntó si no lo amo, fui tan cobarde que solo salí, me dolió ver la desilusión en sus ojos.

- Ven aquí - Le atrajo en un abrazo, tratando de consolarle y aliviar un poco su dolor.

La palabras duelen, más cuando vienen de la persona que más amas.

■°■°■°■°

El cielo nublado le da la bienvenida a un nuevo día.

Se mira en el espejo, ese reflejo de alguien que no es él, con las prendas ceñidas a su cuerpo, si estuviera en otro escenario disfrutaría de modelar para Emilio pero ahora solo quiere desaparecer, despertar de está jodida pesadilla.

- He traído el desayuno.

Escuchó la voz de Emilio, rápidamente se dio vuelta y le encaró, totalmente extrañado por el aspecto demacrado del hombre, se acercó hasta donde el pequeño escritorio y tomó asiento, su estómago le pedía comida pero su boca se rehúsa a recibir algo.

Tomó la taza de café y sorbió un poco, lo caliente bajó por su garganta hasta llegar a su estómago causándole náuseas.

El Recuento De Los Daños | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora