VI

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Una vez en el Boneyard, lugar en el cual JJ solía hacer referencia a sus grandes aventuras con alguna turista que estuviera en la ciudad, mi vista fue a parar directo a la gran multitud de personas que allí se encontraban. Podía apostar, que la mente maestra del rubio había logrado encontrar la manera de adueñarse de algún barril de cerveza. Denotando que el sol lentamente comenzaba a bajar por el horizonte, agradecía haber traído la sudadera que había tomado prestada del armario de John B.

Él no lo vería de aquella forma, pero aquello no podía importarme menos.

Había diferentes grupos de personas que solíamos clasificar como el burrito de tres capas, compuesto por nuestros favoritos los Pogues, los trabajadores errantes de la corte. Luego, los Kooks, los ricos con dos casas o dos botes, John B solía molestar acerca de que casi todos eran de internados afeminados, lo cual me llevaba a recordar a Will quien había sido parte de uno de ellos y las risas nunca tardan en llegar. Impostores con fideicomisos, al menos casi en un noventa y nueve por ciento, mis padres formaban parte de aquel uno por cierto. Robert Mayers, llevaba consigo la idea de que si una familia evade sus cuentas era porque había algo más profundo detrás de eso, luego de aquellos comentarios no podía evitar pensar en su primogénito, aquel idiota que solía meterse en problemas junto a su grupo de amigos en el cual Rafe Cameron hacia su gran participación. Había llegado a comprender que mis padres habían perdido la capacidad de ver lo que se encontraba por debajo de sus narices.

Era allí, que los Kooks formaban parte de nuestros enemigos naturales.

Luego, muy despistados, teníamos a los turistas. Pasaban su tiempo de vacaciones con la familia, fáciles de engañar, o al menos eso era lo que John B y JJ elegían creer.

Rápidamente el fuerte olor a marihuana golpeaba contra mis fosas nasales, un grupo de chicas murmuraban entre ellas mientras soltaban fuertes risas. Podía apostar a que eran turistas y estaban bajo el primer efecto de la sustancia. Pequeñas lagunas mentales atravesaban mi mente recordando lo que había sido la primera vez bajo los mismos efectos. Había perdido una tonta apuesta contra el chico Maybank, terminando así aquella noche tratando de mantener una conversación con un viejo póster pegado sobre la pared de mi habitación. Luego de percatarme que no había forma de que Timothée Chalamet me contestase las confesiones de amor que le realizaba, las lágrimas inundaron la situación.

Fue así, como a la mañana siguiente fue de mi conocimiento como JJ había permitido que fumase un porro entero por mi cuenta.

-Mis amigos que son Virgo son como...

-¡Oye! soy Acuario ¿recuerdas? - reconociendo la voz de Kiara, quien se encontraba manteniendo una charla con algún turista me observo para luego sonreír amplia mente.

-Claro que lo sé, tus vibras de energías son las más bohemias que he conocido en mi vida.

-Claro que lo sé, tus vibras de energías son las más bohemias que he conocido en mi vida

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Calypso || JJ MaybankDonde viven las historias. Descúbrelo ahora