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Tras un rato tratando de soltarme y recibiendo daño por culpa de los malditos grilletes encantados, recordé el colgante que me había hado mi madre. Lo arranqué de mi cuello y lo estrellé fuertemente contra el suelo haciendo que se rompiera en mil pedazos.

Narra Narcissa:

Desde palacio nos habían avisado de que habían recibido un ataque. Mientras luchaba con la reina contra los mortífagos, esta se enzarzó en una pelea personal con Voldemort y tres más, cuando de repente el colgante que ella llevaba se iluminó y al despistarse, por la espalda consiguieron herirla.

—¡Alteza!— exclamé, corrí hacia ella y asesiné al mortifago que estaba a punto de asesinarla a ella, y ella creó una cúpula protectora a nuestro alrededor.

—Narcissa... Es Yvette, tienes problemas— me dijo hiperventilando. —No puedo irme... debo quedarme... no puedo hacer una aparición tan precisa ahora, no tengo energía... Narcissa... salva a mi hija— me dijo y me dió el colgante que llevaba. —Te llevará hasta Yvette— me dijo. —Ve con el Ironbelly—

—¿En el dragón?—

—Es la manera más rápida— corrí hasta donde se encontraba el dragón luchando con nosotros y me quedé unos segundos ante él "Vamos Narcissa... es por Yvette" me dije. Me agarré a una de sus alas y sorprendentemente él me ayudó a subir. —Vamos a por Yvette— le dije. Desplegó sus grandes alas y me agarré con fuerza a sus enormes espinas en cuanto desplegó el vuelo.

Guiada por el colgante llegamos hasta un lugar donde parecía había unas mazmorras antiguas de piedra al borde de un acantilado. El dragón de dejo caer sobre ellas rompiendo por completo el techo. Me bajé y traté de buscar a Yvette.

—¡¿Mamá?!— escuché desde el fondo y corrí hasta la mazmorra de la que provino el grito, viendo a Yvette de espaldas, encadenada con grilletes tratando de quitarlos. Al escucharme se giró y su cara cambió por completo al verme.

—¡¿Narcissa?! ¿Qué haces aquí? Es peligroso—

—Vengo a ayudarte, tu madre no puede venir—

—¿Está bien?—

—Más o menos, vamos— Dije —Apártate de la puerta— se apartó de las rejas y se colocó en la esquina lo más pegada que pudo a la piedra. El dragón con su cola reventó las rejas por completo permitiéndome correr hasta Yvette y abrazarla.

—No puedo quitarme esto— me dijo y pude ver quemaduras en sus muñecas y tobillos, donde tenía los grilletes. La enorme criatura al verlo, agachó su cabeza hasta Yvette y arrancó con sus enormes dientes las cadenas a las que estaba atada. —Gracias— le dijo Yvette —No puedo hacer magia, son los grilletes los que están encantados—

—Albus sabrá cómo quitarlos, ahora sube— dije señalando el dragón y ella asintió.

—¿Albus está bien?—

—Sí, lucha en palacio con tu madre— pude ver su cara de extrañeza. Justo cuando yo me iba a subir al dragón cuando un hechizo impactó contra mí proporcionándome un fuerte dolor.

El dolor cesó cuando la criatura con su cola lanzó a Lucius, el causante del hechizo, contra una de las paredes.

—Llévatela— le dije al dragón. Él también estaba cansado de luchar y no podía permitirme poner en peligro a Yvette.

—¡No! ¡Narcissa!— gritó Yvette.

Lancé un crucio a Lucius y varios desmaius a los mirtifagos que se acarcaban mientras trataba de esquivar sus hechizos, cuando conseguí recomponerme vi que el dragón comenzaba a correr hacia el acantilado para al llegar al final desprender el vuelo.

INVICTA (Narcissa Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora