03; Dos y ahora son tres

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1984

La chica caminaba por los pasillos del instituto junto a su mejor amigo. Ambos destacaban entre los alumnos, no porque fueran esos chicos populares del que todos hablaban o se interesaban, eso para nada. Sus ropas de cuero y oscuras entre los coloridos del resto es lo que les hacía destacar. Había varios más como ellos, usando cosas de cuero. Nadie se interesaba en ellos que no fuera para molestarlos, entre ellos estaba el capitán del equipo de futbol, quien amaba ponerse en contra de Irene. Agradezcamos que Thomas estaba para defenderla, aunque igual ahora Irene podía defenderse, no muy bien como quisiéramos, pero se podía mantener firme.

Ambos amigos fueron a sus casilleros a sacar el libro de texto y su cuaderno de apuntes para la próxima clase que compartían juntos. Se apuraron en ingresar al aula cuando escucharon la campana sonar. Tomaron asiento en espacios cercanos a la ventana, al final de la fila de bancos, esto para no aburrirse con las explicaciones de su profesora. Ella estaba empezando a tardar, los alumnos claramente aprovechaban para seguir platicando, algunos molestaban a otros arrojándoles aviones de papel, otros gastaban los gises dibujando en la pizarra. Cuando la puerta fue abierta todos tomaron sus respectivos lugares.

─ Chicos, hoy se incorporará un alumno nuevo ─Dijo para después ver a la puerta. De esta entró un chico, estatura promedio, cabello algo largo, debajo de las orejas, fleco cerca de empezar a tapar sus ojos, cabello teñido, ¿Quieren saber cómo vestía? Con lo que estaba de moda en aquel momento. Nada fuera de lo normal- Preséntate por favor.

─ Hola, me llamo John Miller ─La mayoría de las chicas no podían dejar de verlo, querían algo con él. Thomas empezó a pasarle papelitos a Irene, esta contestaba, no les interesaba en absoluto saber sobre aquel chico desde que mencionó que le gustaba la música disco. Sin embargo, John sí que estaba interesado en conocer a esa chica de ojos oscuros. La veía de reojo, tratando de ser discreto mientras contaba cosas sobre él que la docente preguntaba y que el resto de chicas estaban interesadas en saber. Los chicos empezaban a tener un mal sentimiento contra ese chico.

─ Bien John, hay un espacio allá atrás, al lado de Thomas ─El ultimo mencionado levantó la cabeza consternado. No se había percatado de que a su lado estaba un espacio vacío, Miró como el chico caminaba hacia ahí. Irene se burló de él por las caras que hacía.

Al terminar la clase el chico nuevo quería establecer una conversación con esos dos inadaptados, algo que se vio truncado debido a que las chicas lo rodearon, empezando a alagarlo y decirle que él no tenía que hablar con ellos. Se llegó la hora del almuerzo. Los dos mejores amigos estaban en una parte trasera del edificio, afuera, fumando. Aprovechaban que nadie iba ahí. Muchos los verían irse allá, pero les daría la misma. John los había seguido, había escapado del montón de chicas que le seguían, de los tipos del club de futbol y un montón de gente más.

─ ¿Qué haces aquí? ─Preguntó De Luca para después darle una calada a su cigarrillo─ No me mal entiendas, pero se nota que perteneces a aquellos tipos de mierda ─Se levantó del pavimento en el que estaban sentados para ver mejor al nuevo.

─ ¿Por qué todos piensan eso? ─Preguntó ya cansado de que lo clasificaran tanto en tan solo un día.

─ No lo sé, tu dime ─Sacó el humo de su boca. Irene se levantó, dejó caer su
cigarro al suelo para pisarlo─ Música disco, atuendo colorido...

─ Lo hago para aparentar ─Interrumpió. Thomas rió un poco y se encogió de hombros e hizo lo mismo que su amiga.

─ No sé si dices la verdad, pero ¿Para qué aparentar? Es ridículo siquiera intentarlo ¿No es cierto? ─Lanzó aquella pregunta. John se quedó callado. De Luca le hizo un ademan a McDaniel para que se fueran de ahí.

─ ¡Espérenme! ─Exclamó John para seguirlos. No quería quedarse solo en esa escuela de locos.

Salieron de aquel lugar mezclándose entre el resto. Ahora los ojos recaían sobre ellos, algunos comenzaban a susurrar entre ellos. Frente a los tres se paró George Beckham, el capitán del equipo de futbol.

─ ¿Qué haces con estos niños de mierda? Se te va a pegar algo por estar con ellos ─Jaló del brazo a Miller para ponerlo a su lado, rodeando sus hombros con su brazo─ Estos raritos, ¿Acaso creen que alguien así va a estar con ustedes? ─Estaba provocándolos sin duda alguna. Thomas iba a golpearle, pero todos se quedaron boquiabiertos al ver que quien lanzó el primer golpe no fue nada más ni nada menos que John.

─ No te atrevas a hablarles de esa forma ¿Entendiste? ─Entonces la pelea comenzó.

Los dos jóvenes peleaban a golpes. Un par de profesores tuvieron que ir a separarlos para llevarlos a con el director. Los demás estaban en clases, los chicos estaban en la oficina del director, esperándolo. La puerta fue abierta, solo el rubio teñido se atrevió a ver hacia atrás, notando que eran ni más ni menos que Thomas e Irene. Estos le hacían señas para que fuera con ellos. Dudó un poco, pero terminó aceptando. Lo tomaron de los brazos y corrieron por el pasillo.

─ ¡Se está escapando! ¡Profesores! ─Exclamó Beckham mientras se asomaba. El azabache le mostró el dedo medio mientras arrastraba al teñido con él.

Un par de intendentes trataron de ir tras ellos, pero les fue difícil cuando se separaron. Acordaron salir del instituto y encontrarse en el parque más cercano.

S o m e b o d y • S a v e • M e || [Tom Keifer] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora