06; Planes Arruinados

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1986

A tan solo dos días. Los planes eran repasados en su cabeza. No podía esperar a tanto, sentía que los días pasaban lento.
Thomas y John le daban animos de que ese día nada podría salir mal.
Y ella realmente quería creerlo.
No había obtenido una carta de Dynelle, le parecía un poco raro, cada semana recibía una, ésta era entregada a Emma, la bucama, como si fuera para ella, esto con el fin de que nadie más que el personal y la señorita McDaniel lo supiera.
Quería pensar que tal vez Dynelle ha estado bastante ocupada como para enviarle algo. No quería pensar lo peor.
Abrió su armario y entró en el, viendo los pósters que había pegado. Se sentó en el suelo, viendo cada uno. Bon Jovi, Mötley Crüe, Van Halen, y por supuesto, Cinderella.
De la caja donde guardaba todos sus cassettes sacó las tres entradas, tan solo verlas le hacían emocionarse.
Alcanzó a escuchar su puerta ser tocada, guardó las entradas rápidamente.

─ ¿Quién? ─Preguntó mientras salía del armario.

─ Irene ─Escuchó al hombre que sostenía la casa─ Necesito que salgas ahora mismo ─La chica rodó los ojos. Por el tono de voz del hombre, sabía que iba a ocurrir una pelea. Estaba cansada de ello. Abrió la puerta, esperando lo que se venía.

El señor McDaniel la tomó del brazo, arrastrándola a la planta de abajo. La adolescente forcejeaba para librarse del agarre de quién se suponía era su padre. La aventó al sofá caoba y le dio una cachetada.

─ ¿Quiénes son esos dos chicos con los que sales? ─Preguntó furioso. Irene no sabía a qué se refería. A los pies de las escaleras vio a sus hermanastros, sonriendo con burla, subieron─ ¡Contéstame ahora!

─ ¿Por qué mierda te interesa? ─Contestó. Otra cachetada fue dada.

─ Ese vocabulario no es digno de una dama, ¿Así llevas mi apellido? ¿Acaso eres una maldita zorra? ─Soltó sin tapujos─ ¿Sabes lo que dirá la gente si se entera que mi hija está de puta? ─El hombre recibió un puñetazo de parte de la menor.

Fue peor.
El señor la tomó del cabello y la llevó cerca de la chimenea, aventandola al suelo.

─ ¡De aquí no te moveras a menos que ésta chimenea no tenga ni una pisca de polvo! ─Exclamó con cólera─ Susan tenía razón, eres una desgracia ─Susurró, no lo suficientemente bajo, puesto que Irene lo alcanzó a escuchar.

Mientras todo esto pasaba, Victor y Lily estaban en la habitación de la castaña. Victor estaba urgando entre el cajón de calzoncillos, oliendo un par de ellos.
Lily veía los pósters que habían en el armario, su cara era de asco, no entendía porque le gustaba a su hermanastra esos tipos que, a su parecer, usaban más maquillaje que ella. Una gran idea se le vino a la mente. Se acercó a uno de ellos, lo sujetó desde la parte superior y jaló hacia abajo con la intención de rasgarlo. Así fue uno por uno.
Después de satisfacer su capricho, buscó entre la ropa, algunos cajones, hasta que encontró una caja. La caja de los cassettes.
La abrió, viendo sin ningún esfuerzo los tres boletos. Los miró mejor, leyendo el nombre de Bon Jovi. Dio en el clavo, eso era lo que buscaba. Una sonrisa maliciosa se formó en su rostro. Volteó a ver a su hermano, arqueó una ceja al verlo contemplando los calzoncillos de colores oscuros pero algo provocadores.

─ Idiota, ¿Qué estás haciendo? ─Victor devolvió la ropa interior al cajón algo alterado─ Mira lo que encontré ─Le extendió los tres tickets.

─ Oh, hermanita, con esto haremos que castiguen de por vida a esa perra ─Ambos soltaron carcajadas. Dejaron la habitación y bajaron las escaleras.

─ Papá, papá, mira lo que encontramos en la habitación de Irene ─Dijo Lily con un aire hipócrita de inocencia. Su hermano le extendió las entradas al señor McDaniel.

─ ¿Qué es esto? ─Preguntó viendo a su hija biológica─ ¿Con el permiso de quién pensabas ir?

─ ¿Quién les dio permiso de entrar a mi habitación? ─Preguntó enojada hacia sus hermanastros.

─ ¡No cambies el tema! ─El hombre subió el tono de voz. Los boletos fueron partidos en cuatro pedazos, frente a aquellos ojos verdes. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, la ira llenaba su cuerpo─ De aquí no vas a salir nunca, más vale que vayas comportándote como una señorita y no como una prostituta ─Sentenció antes de irse.

Estaba en shock, no sabía cómo reaccionar. Definitivamente su cumpleaños estaba arruinado y eso que todavía no era ese día. De pronto, un polvo envolvió a la chica.

─ Ahora si podemos llamarte Cenicienta ─Dijo Victor dejando el balde que contenía ceniza en el suelo.

─ Con la diferencia que tú no tendrás a un príncipe azul que te rescate ─Siguió Lily. Ambos hermanos se fueron mientras reían.

Irene se levantó, sacudiéndose un poco. Veía a Susan, asomarse desde el comedor. Su sonrisa fue de superioridad.
La joven subió a su habitación, cerró la puerta con fuerza y comenzó a llorar.

S o m e b o d y • S a v e • M e || [Tom Keifer] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora