09; Cerca De Conocerlo

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1986

Estaba lista. Había tenido la oportunidad de llamar tanto a Thomas como a John, no había contado nada de los planes, tan solo les dijo que quería que salieran para celebrar su cumpleaños, nada sospechoso. Se veía una y otra vez en el espejo, podía jurar que se veía de maravilla, cabello alborotado con mucho fijador, muy común en la época, ropa oscura un tanto reveladora y un maquillaje que te cagas por lo bien que le sienta, además de lograr que no se notaran demasiado los moretones, producto de los golpes recibidos.
Tan solo faltaba alrededor de una hora con treinta minutos, era el tiempo perfecto para pasar por los chicos y atravesar la ciudad para llegar al tan esperado lugar.
Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, claro que lo estaba, habían muchos adolescentes allá abajo, la música que consideraba "una mierda" llegaba con facilidad a su habitación, y ya sospechaba que fueran a haber algunos cuantos que cogerían o terminarían vomitando todo a causa del alcohol, pero ese no es el punto, la cuestión era llegar a salir.
Melisa abrió la puerta, haciéndole una seña a la chica para que fuera tras de ella.
Bajaron las escaleras. Se detuvieron un poco antes de llegar por completo al primer piso, asegurándose que tanto Lily como Víctor estuvieran distraídos.

─ Saldrás por la puerta de la cocina ─Dijo en su oído la mujer del servicio. Caminaron entre la multitud hasta llegar a la cocina, dónde Paul las esperaba.

─ Vamos, James te prestará su auto, está a unas cuadras de aquí esperando ─Dio aviso. Melisa la despidió deseándole suerte, asegurándole que ella se encargará de que piensen que seguía ahí.

Habían unos cuantos jóvenes más afuera, principalmente parejas besándose. El cocinero la guió hasta el portal, saliendo ambos sin problemas, los demás estaban más entretenidos en otros asuntos como para prestarles atención a dos personas más del montón.
Avanzaron por la acera iluminada por los faros, viendo el montón de automóviles aparcados cerca. Fueron tres cuadras, miraron al jardinero recargado en un Volkswagen.

─ Toma, pero vuelve antes de las 12:00, es la hora en la que volverá el señor McDaniel ─Advirtió mientras le extendía las llaves─ Confío en que lo cuidarás bien.
Así fue como partió de ahí, dirigiéndose a la casa más cercana, la de John.

─ Irene ─La abrazó tan pronto bajó por su ventana encontrandose con la castaña─ Estaba preocupado, ¿Estás bien? ─La miró de arriba a abajo.

─ Si, pero vamos, tenemos que ir por Thomas o se nos hará tarde ─Dijo llevándose del brazo al chico, con cuidado de no hacer ruido, pese a que los padres del rubio podrían escucharlos.

Subieron al auto, llendo al hogar del pelirrojo, quién los estaba esperando sentado en el escalón fuera de su casa junto a su madre. Subió al vehículo después de recibir un beso en la frente de su progenitora.

─ ¿Y bien? ¿A dónde iremos? ─Preguntó Miller. Entonces fue cuando McDaniel abrió la guantera, enseñándoles los tres boletos.

─ ¡Oh, por la santa mierda! ─Exclamó De Luca tomando las entradas, mirandolas por los dos lados una y otra vez sin poder creerlo─ ¿Cómo las conseguiste?

─ Dynelle me las envió ─Respondió.

Los tres jóvenes estaban entusiasmados. Fue todo un lío que encontraran un lugar dónde aparcarse, terminaron bastante lejos, tenían que caminar. Los dos varones cuidaban de que ningún hombre con intenciones de coger se acercara a Irene. Caminaban entre la gente, la cual era mucha, todos o la mayoría estaban ahí por la misma razón que ellos, el concierto de Bon Jovi. Toda la energía positiva se sentía en el ambiente. Era excitante, una gran descarga eléctrica recorría su espina dorsal, se sentía como si estuvieran a punto de llegar al orgasmo.
Justo en la entrada, a punto de entrar, McDaniel siente cómo alguien le ha tocado el trasero, no de manera accidental como puede llegar a ocurrir cuando estás entre la multitud, más bien a propósito, pese a que sintió aquella mano apretar un poco. Volteó a ver quién era, pero era imposible saberlo con certeza, habían muchas personas que pudieron hacerlo.

─ ¿Pasa algo Irene? ─Preguntó John al ver a la fémina un poco inquieta.

─ Alguien me ha tocado el puto trasero ─Dijo con cara de asco. Thomas de inmediato volteó su mirada hacia su amiga, para finalmente, pasarla delante de él.

─ ¡¿Quién fue el idiota que ha manoseando a mi amiga?! ─Gritó el descendiente italiano─ ¿Fuiste tú? Seguro que fuiste tú ─Señaló a un tipo que fácilmente le doblaba la estatura además de que era notable que estaba bien ejercitado.

─Thomas, tranquilo ─Le dijo Irene de forma sutil, pero poco eficiente.

─ Te juro que no fui yo ─Le mostró ambas manos en forma de rendición. Thomas lo agarró de la camisa acercándolo a su rostro, haciendo que el chico se agachara un poco debido a la gran diferencia de medida.

─ ¿Seguro? Puedo ver en tus ojos como la miras con lujuria ─Y entonces le soltó un golpe. Un impulso de idiotez de su parte, sin embargo, el musculoso no hizo nada, solo puso su mano en la mejilla afectada. John tuvo que sostener a su amigo para que no se le hechara encima.

─ ¿Qué está pasando aquí? ─Preguntó unos de los guardias mientras se abría paso entre la multitud. Todos comenzaron a acusar a De Luca─ Calma, calma, que no panda el cúnico ─Volteó a ver a los jóvenes─ ¿Tienen entrada?

─ Por supuesto ─Se adelantó a decir Irene, mostrando los tres boletos. El guardia los tomó para verlos mejor.

─ Bien, pasen. Pero solo un mínimo intento de causar disturbio y los hecharemos de aquí ─Advirtió el guardia.

─ ¡Por supuesto! ─Exclamó John mientras le tapaba la boca a su amigo antes de que éste dijera algo.

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⏰ Última actualización: Mar 21, 2022 ⏰

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S o m e b o d y • S a v e • M e || [Tom Keifer] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora